Todo el mundo imaginaba que Lionel Messi sería, gracias a una nueva actuación brillante, el gran protagonista del debut de Argentina. Sin embargo, su imagen quedó emparejada con la de Hannes Halldórsson, arquero de Islandia que se encargó de taparle el penal y ahogarle el grito que hubiera sido el 2-1 para los de Sampaoli.

Terminado el encuentro, el jugador europeo dejó en claro que su atajada no fue una cuestión fortuita: “hice la tarea, era una situación que podía surgir“, reconoció en declaraciones posteriores a uno de los resultados más importantes de la historia del fútbol de su país.

Además, agregó al respecto que “había una posibilidad remota, pero ocurrió. Miré muchos penales de Messi y quería meterme en su cabeza para saber qué pensaría él sobre mí“.

 

Fuente: OPTA