Unos dirán que fue un gol merecido por lo que hizo Tottenham a lo largo del encuentro, otros que fue un error grosero del arquero Martin Dubravka, algunos premiarán la valentía de Son Heung Ming por intentar de todas las formas y sacar un remate potente. Lo cierto es que por el coreano los Spurs superaron 1-0 a Newcastle y que gracias a él el equipo de Mauricio Pochettino es, por ahora, segundo de la Premier League.

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El resultado sí fue merecido, pues el club de Londres buscó la victoria por todos lados, incluso, por momentos, adelantó tanto sus líneas para acorralar a un equipo que se defendió hasta donde pudo y que mantuvo la igualdad hasta el minuto 83 cuando a Dubravka se le pasó la pelota por debajo.

El rostro de Rafa Benítez lo dijo todo: el trabajo hecho a la basura por un escenario de confianza, por no poner bien el cuerpo para controlar el remate del coreano, potente, pero que no ameritaba mayor peligro.

Grito de celebración de Pochettino, quien vio cómo sus dirigidos tuvieron recompensa por esa vocación de ir hacia adelante, de no rendirse nunca y de intentarlo hasta el final.

Ahora, los Spurs, con 57 puntos esperan que Arsenal, su rival de ciudad, les den una mano con Manchester City para quedar como los únicos perseguidores de Liverpool, el líder del torneo. Buen resultado para Tottenham que supo sortear un rival complicado y que al final logró tres puntos importantes.

Por el lado de los locales jugó los 90 minutos el colombiano Dávinson Sánchez, mientras que por el visitante lo hizo el venezolano Salomón Rondón, quien de hecho tuvo un cabezazo en el palo que, de haber entrado, habría cambiado la historia.