Si se trata de sacrificio, Arturo Vidal es palabra autorizada. Algo que dejó en claro este sábado frente al Valladolid donde ingresó como titular en el planteamiento de Ernesto Valverde.

El chileno se vio con un fútbol progresivo, ya que poco a poco mejoró su juego y colaboró en los ataques que comandó Lionel Messi.

Y como es costumbre el chileno no se fijó en riesgos para proteger la portería que defiende Ter Stegen, puesto que Antoñito sacó un zapatazo furioso que obligó a Vidal enfrentarse al esférico con todo su cuerpo.

Ahí fue donde metió el pecho para frenar la trayectoria del balón y asegurar la victora blaugrana gracias a la anotación de la Pulga.