La llegada de Atlético Nacional a la edición 2019 de la Copa Sudamericana no se dio de la manera que más le gusta al hincha, que está acostumbrado a la victoria y grandes campañas. El Verde “cayó parado” desde la Copa Libertadores para ajustar su octava participación en la segunda Copa del continente.

El rival de Atlético Nacional en la segunda fase de la Copa Sudamericana 2019

En un año tormentoso para la institución, con más bajas que altas, la Sudamericana apareció en el horizonte de una manera casi inesperada, pero a la vez oportuna. Y es que como es conocido, la historia de Nacional en la competición tampoco le ha sonreído y cuando estuvo cerca de hacerlo, para cerrar un año brillante, el destino cambió sus planes.

Pero el fútbol, como la vida, da revanchas y esta es una que no debería desaprovecharse. Ahora la Sudamericana es el gran objetivo del Verdolaga para el 2019. Es la apuesta grande, la meta a conseguir, incluso una oportunidad de rescatar el año financieramente gracias a los jugosos premios que entregará fase tras fase.

Es por supuesto, también un anhelo del hincha. El mismo que vio cómo San Lorenzo sentenció la final del 2002 desde el partido de ida en el propio Atanasio Girardot, que luego tuvo que digerir la caída ante Cienciano en 2003, el descalabro ante América de México en 2005, verse eliminado ante su archirrival de Bogotá en 2007 y ante Sao Paulo -por apenas un gol- en 2013, la desilusión de caer ante el gran River de Gallardo en El Monumental cuando tuvo todo para liquidar en Medellín y finalmente, el dolor profundo en el alma con la tragedia del 2016.

Junto a Peñarol, Atlético Mineiro, Independiente y Corinthians, Atlético Nacional es, por historia internacional, un favorito a quedarse con la Copa. Jugará, claro, el presente de cada uno y tantos otros factores imposibles de anticipar en el fútbol. En el equipo antioqueño ese hoy no es el mismo de hace tres años, producto de los profundos cambios administrativos y deportivos sufridos desde entonces, pero la Copa debe ser el punto de inflexión, en todo los niveles del club, para buscar regresar a los caminos de la gloria.