El Rookie del año 2000 y tres veces All-Star, Steve Francis, confesó su dura vida en una columna en The Players’ Tribune. El ex base de los Houston Rockets reconoció su infancia como vendedor de drogas y sus problemas con el alcohol.
“No intento glorificar el tráfico de drogas, no hay nada de glorioso en eso. Pero tienen que entender de dónde vengo y de cuándo. Crecí en el DC de los ochenta durante la epidemia de crack. No lo llames nunca la era del crack. Era una epidemia. El crack devastó nuestra comunidad entera. Era como una plaga. Lo vi, lo viví y lo vendí. Mi primer recuerdo es visitar a mi padre en una prisión federal y que un policía nos pase a mi madre y a mí a una pequeña sala. Nos dejaron desnudos a los dos. Yo tenía como tres años. Dio igual”, contó Steve Francis.
Asimismo, explicó que “cuando tenía 10 años, conseguí mi primer trabajo como ‘chico del teléfono’. ¿Sabes lo que es? Es fácil. Esperaba fuera de una tienda de chinos, sentado en la acera junto a la cabina de teléfono, con pinta de inocente. En cuanto el teléfono sonaba yo contestaba. Siempre era alguien buscando drogas, chicas, lo que fuera. Les decía dónde encontrarse con los camellos y ya estaba. Todo el día y toda la noche. Habría 50 camellos en una esquina y 50 camellos en la otra. Y después el Pequeño Steve, apostado ahí junto al teléfono”.
Problemas con alcohol
Además, recordó sus problemas con el alcohol. “La gente preguntaba, ¿Qué ha pasado con Steve Francis? Pero lo más duro era leer toda esa mierda en internet de que me estaba metiendo crack. Cuando pienso en mi abuela teniendo que leer eso, en mis hijos… me rompió el corazón. Mira, vendí crack de pequeño. Lo acepto. Pero nunca en mi vida me metí. ¿Qué pasó con Steve Francis? Que bebía mucho, eso es lo que pasó. Y eso puede ser igual de malo. En unos años, perdí el baloncesto, perdí mi identidad, perdí a mi padrastro, que se suicidó. Y me dejé llevar. Me dejé llevar“.