La falta de minutos y confianza de Zinedine Zidane sacaron a James Rodríguez del Real Madrid y de España, el colombiano tuvo que dejar el club de sus sueños triste, con la cabeza baja y con la esperanza de hallar vida más allá del Santiago Bernabéu. Y la encontró.
En el Bayern Munich, James recuperó su alegría, su motivación y su mejor fútbol. Este martes, el otrora 10 merengue, reinventado y en su mejor forma física, buscará reconquistar tierras españolas, esta vez vistiendo los colores del Gigante de Baviera ante un viejo conocido y favorable rival.
James tiene muy buenos recuerdos de sus enfrentamientos ante el Sevilla. Para empezar, su debut con los Blancos fue ante el equipo andaluz en la Supercopa de Europa de 2014. Aquel día en Cardiff, el cucuteño disputó unos más que aceptables 72 minutos, ganó su primer partido (2-0) y título como madridista.
Además, en tres temporadas como Merengue, James marcó un total de cuatro goles al Sevilla (dos por Liga y dos en Copa del Rey), convirtiéndolo en una de sus víctimas favoritas. Como dato curioso, Rodríguez se despidió del Bernabéu, precisamente, ante Sevilla.
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Pero el James que enfrentará el cuadro Andaluz no será el mismo del Real Madrid. A su conocida técnica, visión de juego y grandiosa pegada, el 11 muniqués ha sumado a su arsenal de cualidades una mayor laboriosidad en el terreno de juego, sacrificio, trabajo en equipo y versatilidad. En pocas palabras es un futbolista más completo, más maduro y lo intentará demostrar en el Sánchez Pizjuán para que lo extrañen más en esa España que nunca quiso dejar.
Fuente: OPTA