Universidad Católica no convence pero gana, gana, gana, gana, gana, gana, gana y vuelve a ganar. Ahora lo hizo en Rancagua, trepó a los 24 puntos y el clásico ante Colo Colo se mantiene como la única pena de un 2018 donde, de la mano de Beñat San José, imponerse está por sobre la forma.
A los diez minutos, Luciano Aued abrió la cuenta mediante lanzamiento penal. La falta, clarísima, corrió por cuenta de Alejandro Márquez sobre José Pedro Fuenzalida. Luli, además, fue fundamental en el desarrollo: completó un 93% en la precisión de sus pases y fue uno de los máximos responsables de que el bloque ofensivo de O’Higgins no hiciera daño, salvo por su empuje del desenlace, donde Gabriel Milito amontonó hombres, lo buscó sin claridad y sacó a los de atrás.
El gol del arranque fue el único disparo al arco por parte de los franjeados a lo largo de los 90 minutos. Pero está lejos de importarle a los punteros: el rendimiento es casi perfecto, la presión se vuelve a trasladar a la vereda azul y todos miran desde abajo cómo el mejor de la tabla sigue firme gracias a un cerrojo impenetrable. Desde Dituro, el arquero, hasta Vilches, el número 9. Nadie renuncia a defender.