Para Racing, ese Racing que deslumbró en el comienzo de la Copa Libertadores, que amedrentó a sus rivales con su delantera matadora y que hasta se rió cuando las cosas no le salieron -como cuando Armani se atajó todo en la derrota frente a River-, el semestre terminó de la peor manera.

En tan solo ocho días se oscureció todo para la Academia, que no logró ninguno de los tres objetivos que se propuso. El primer cachetazo fue no conseguir la clasificación a la Copa Libertadores 2019 tras perder ante Colón por la última fecha de la Superliga. Después, y en un partido que quedará para la historia, quedó eliminado de la Copa Argentina en 32avosante Sarmiento de Resistencia, equipo del Federal B. Y unos días después, y otra vez dependiendo de sí mismo, se quedó en la puerta de la última meta del semestre: sumar ante Cruzeiro para clasificarse a octavos como primero del Grupo E de la Libertadores.

La única buena, si se puede llamar buena, de la derrota 2-1 en Brasil fue que el conjunto del Chacho Coudet volvió a mostrar algo de aquello que lo había puesto en boca de todos a comienzos del año. Pero el esfuerzo no fue suficiente para que la Academia termine como empezó ni para que Lautaro Martínez festeje en el que probablemente haya sido su último partido con la camiseta de Racing.

 

Fuente: OPTA