La Copa Libertadores reúne a los 32 mejores equipos del continente en la fase de grupos . La edición de 2018 se presenta como una de las más atractivas de los últimos tiempos por la historia de los equipos clasificados.
Para Colombia se presentaba como un reto por cambiar el infierno que fue para los equipos cafeteros la edición 2017 torneo de clubes más importante del continente. Cinco equipos iniciaron el sueño del título, pero solo uno logró clasificar a octavos . Millonarios y Junior ni siquiera pasaron de la primera ronda, mientras que Santa Fe y Medellín quedaron eliminados en la fase de grupos. Fracaso.
Sin embargo, Nacional logró sellar su clasificación en la última fecha y los demás clasificados no pasaron el corte y se despidieron de la competencia: unos con las manos vacías y otros con un cupo en Sudamericana.
Mentalidad amarrete, falta de identidad, serias falencias tácticas y nóminas sin jerarquía fueron las causantes de una nueva debacle del fútbol colombiano en la Copa Libertadores.
El buen nombre que había venido haciendo el fútbol colombiano a nivel internacional en el último tiempo se ha ido al piso. Es por ello que Nacional está obligado a tomar revancha y hacer una campaña más que decorosa, con actitud batalladora, buen fútbol y, sobre todo, resultados positivos.
Una nueva edición, una nueva fase de grupos y un nuevo fracaso. Falta mucha conciencia por parte de los directivos respecto al nivel que se está llevando a exhibir en el exterior, comenzando por la inversión que requiere un equipo para competir en una Libertadores, concepto que pocos parecen tener claro en Colombia. Por ahora solo queda esperar que el futuro ofrezca un panorama menos desalentador.
Fuente: OPTA