El trofeo del mundo tendrá un nuevo dueño luego de que Francia y Croacia se vean las caras en el estadio de Luzhniki este domingo.
Y los encargados de trasladarlo hasta allí serán el alemán Philip Lahm y la modelo rusa que causó furor en el lanzamiento del Mundial, Natalia Vodianova.
DE NATALIA A SUPERNOVA
La nacida en Nizhny Nóvgorodn de 36 años, también conocida como Supernova es un claro ejemplo de superación. Vodianova creció en una familia con escasos recursos junto a su madre y sus dos hermanas menores, todas de padres distintos, una de las cuales padece parálisis cerebral. A sus 11 años comenzó a vender fruta para ayudar a la economía del hogar.
A los 15 años decidió dedicarse al modelaje donde le dijeron que para triunfar debía aprender inglés, algo que logró en tan sólo tres meses. Dos años después se mudó a París para formar parte del staff de la agencia Viva Model Management Paris y todo cambió para ella y su familia.
Trabajó como imagen de reconocidas marcas mundiales de la talla de Calvin Klein, L´Oreal, Etam, Yves Saint Laurent, Givenchy y Guerlain, entre otras; desfiló para firmas como Sonia Rykiel, Vivienne Westwood, Donna Karan y Christian Dior.
Además tomó parte en varias películas y series, destacando su papel de Medusa en Furia de Titanes.