Los goles de Meunier y Hazard ante Inglaterra han redondeado la mejor actuación de Bélgica en unos Mundiales. Los ‘diablos rojos’ afrontaron la final de consolación con mejor actitud para terminar con un meritorio tercer puesto en Rusia 2018.
Otro de los intereses que había en juego en el partido era el premio al máximo goleador, galardón por el competían Kane y Lukaku, siendo el inglés el máximo candidato a conseguirlo, pese a no marcar, y a la espera de que en la gran final nadie supere los 6 goles que acumula.
El equipo dirigido por Roberto Martínez ha superado con esta medalla de bronce la cuarta posición conseguida en 1986 por los Scifo, Pfaff o Gerets.