Con el final del año tan cerca, lo mejor que puede hacer el cuerpo médico del Bayern es cuidar al 100% al colombiano y darle incapacidad por lo que resta de 2018.
DE QUÉ SE TRATA
La rodilla es la articulación de mayor volumen del esqueleto del hombre y sus distintos traumatismos son, en teoría, las más frecuentes para los deportistas, máxime la rotura de ligamento cruzado. Esta la padecen, sobre todo, aquellos cuyo tren inferior se encuentra sometido a cambios bruscos de ritmo, además de sobreesfuerzos como ocurre en el futbol.
En el caso de James se trató de un esguince, lo cual implica una menor gravedad, pues no se alcanzan a romper los ligamentos, aunque sí quedan resentidos y con la necesidad de cuidados máximos para evitar una rotura total.
Un ligamento es un conjunto de fibras de colágeno en forma de banda que sirve para limitar el movimiento de la articulación a fin de que no exceda los límites anatómicos. La estabilidad de la rodilla está fijada por cuatro ligamentos: los laterales interno y externo, y los cruzados anterior y posterior. Estos dos últimos atraviesan por el interior de la rodilla, conectan la tibia con el fémur y le dan solidez en los movimientos de extensión y flexión.
¿Y LA RECUPERACIÓN?
El propio club ha indicado que la rodilla será inmovilizada por un espacio de 10 días, inicialmente, a lo cual se le debe sumar un mes de recuperación teniendo todos los cuidados del caso.
Posterior al mes de quietud, comenzará la terapia física de rehabilitación de la extremidad y dos semanas después, dependiendo de la evolución, puede retomar las prácticas de fútbol en campo.
Lo anterior suma un tiempo de recuperación total de aproximadamente 7 semanas, por lo que James estaría de regreso en las canchas para el mes de enero del próximo año.