Nadie sabe cuándo ni dónde se jugará la segunda final de la Copa Libertadores entre River y Boca. La nueva fecha, luego del fin de semana bochornoso donde el partido debió ser suspendido en dos ocasiones, se decidirá este martes en Luque, donde tiene sede la CONMEBOL. Mientras tanto, los técnicos pueden ver algo positivo entre tanto caos.
Tanto Gallardo como Guillermo tenían bajas importantes por culpa de lesiones, por futbolistas que en la previa ya habían sido descartados. Y, en ambos casos, son atacantes: Cristian Pavón, quien sufrió un desgarro en la ida hace 15 días, llegará sin problemas a la revancha; mientras que Nacho Scocco, con una “lesión muscular” en el gemelo derecho, también había sido descartado pero podrá completar su recuperación.
También es una “buena” noticia para Esteban Andrada, quien llegaba con lo justo luego de aquella fractura en la mandíbula sufrida en la ida contra Cruzeiro. Y, lógicamente, la lupa estará puesta sobre el ojo de Pablo Pérez, el jugador más afectado y que, pese a sus ganas de jugar tanto el sábado como el domingo, estaba claro que arriesgaba demasiado respecto a su visión.