Universidad de Chile tiene practicamente cerrado su plantel, donde tendrá 8 refuerzos para el 2019, año en el que deben pelear palmo a palmo la Copa Libertadores y ser protagonistas en el Campeonato Nacional.
Por eso es que Carlos Heller se muestra conforme con lo realizado por parte de su dirigencia. Sin embargo, hay otros problemas que, como presidente de Azul Azul, debe llevar sobre sus hombros.
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“Si fuera racional, no debiese perder un peso más. La gente critica, pero no entiende la pasión que tengo. Voy a una reunión y no me creen que pierdo plata. Por eso me preguntan “¿por qué estás ahí?”, yo les respondo que es porque me gusta la U. Es totalmente irracional”, confesó al diario La Tercera el mandamás azul.
Además, dice, tiene que lidiar con una promesa que realizó cuando asumió el cargo. Un estadio propio, sigue siendo la mochila con la que debe caminar. Ante esto, el empresario dice tener “un compromiso y lo voy a cumplir: un estadio para la U. No es fácil. La gente dice que uno es puro humo. Yo quise hacer el estadio de la U, lo quiero hacer todavía. Si dependiese de mí, ya tendríamos uno para 50 mil personas”.
Heller manifestó que aún no se ha podido llevar a cabo la construcción, ya que “depende de cosas externas, como que nadie quiere recibir un estadio para la U. Algún día lo voy a lograr y ahí, a lo mejor me voy, con el estadio construido. Y quizás con la Copa Libertadores… Yo me comprometí con la gente y cumplí: armé lo de Sueño Azul, que ayuda a mucha gente en situación de discapacidad. No sé hasta cuándo seguiré perdiendo plata en la U. Estoy agotado y me llevo muchos retos de mi familia por lo que estoy pasando”.