“Dejé mi casa rumbo a la capital, junto con mi tío. Fuimos a unas pruebas. Había un montón de chicos probándose, organizándose en equipos. Nunca olvidaré que había un hombre mayor que me miró como si me hubiera equivocado de sitio. Me dijo ‘¿estás aquí para la prueba?’ Le dije que sí. Y me preguntó ‘¿con esas botas? Míralas. ¿Cómo puedes jugar así?’ Estaban mal, muy mal, viejas y rotas. Luego dijo ‘¿y con esos pantalones? ¿Nunca has tenido unos pantalones de fútbol de verdad?’ Le dije que había ido con lo mejor que tenía y que sólo quería jugar, quería probarme” . La historia de aquel viaje a Dakar, contada en primera persona por Sadio Mané, tuvo un final feliz: entró en la academia de fútbol y poco después se incorporó a Metz, en Francia, para iniciar una carrera profesional que continuaría por Red Bull Salzburg (fue campeón de la Bundesliga austríaca y de la Copa de Austria). La lección, con apenas 15 años, estaba aprendida: hay que arriesgar para cumplir los sueños.
Hoy, el senegalés tiene dinero suficiente para comprarse las mejores botas y los mejores pantalones. Puede hasta comprarse una, dos o más de mil para patear el balón. El dinero ya no es un problema para él. En 2016, Liverpool le pagó casi 40 millones de euros a Southampton (su tercer equipo) para tenerlo en el plantel. Poco tardó en convertirse en uno de los jugadores preferidos de su entrenador, Jurgen Klopp (fue premiado como el mejor futbolista de la institución en la temporada 2016-2017). Y poco demoró también para que su nombre empiece a ser un interés en Real Madrid, Barcelona y Juventus, entre otros grandes clubes europeos.
Su velocidad y su habilidad fueron motivos importantes para que Senegal clasifique por segunda vez a un Mundial, tras la histórica actuación en Corea-Japón 2002, llegando hasta los cuartos de final y venciendo a Francia –defensor del título- en el partido inaugural. El 10 del seleccionado africano tendrá en Rusia una linda revancha para poder olvidar esas lágrimas que no pudo ocultar y que dieron la vuelta al mundo tras fallar el quinto penal frente a Camerún, en los cuartos de final de la Copa Africana de Naciones 2017.
Una curiosidad de este crack que apenas tiene 26 años de edad mientras juega el Mundial: en la temporada 2014-2015, defendiendo la camiseta de Southampton, marcó el hat-trick más rápido de la historia de la Premier League. Fueron tres goles en 176 segundos, en la victoria frente a Aston Villa por 6 a 1.