Burnley lo hizo todo perfecto. Bueno casi todo. Controló el partido, acorraló a Tottenham y hasta se fue adelante en el marcador de un encuentro en el que el rival era el favorito. Al final, gracias al empuje de la gente, al grito de las gradas el equipo dirigido por Sean Dyche, que le jugó de frente a uno de los mejores de la Premier League, se impuso 2-1 en su casa y cortó la racha de los Spurs de cuatro duelos sin perder.
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Pero no fue solo eso, con esta derrota, los dirigidos por Mauricio Pochettino dicen prácticamente adiós a la pelea por el título, dejando el campeonato en manos de Manchester City o Liverpool. El colombiano Dávinson Sánchez no estuvo en la convocatoria, pensando en el calendario que le espera al equipo ante Chelsea y Arsenal por Premier y Borussia Dortmund por Champions League.
El primer tanto del duelo nación de un tiro de esquina que no fue y que terminó con un gran cabezazo de Chris Wood. La pelota pegó en el travesaño y se metió en el arco ante la mirada de Hugo Lloris.
Sin embargo, el visitante reaccionó rápido y tras un saque de banda, Harry Kane picó en solitario y anotó el 1-1 parcial, su gol 15 en la temporada y el primero desde el 13 de enero de este año luego de estar todo este tiempo fuera de las canchas.
Y cuando todo parecía terminar en empate apareció un remate al arco que se convirtió en un pase para que Ashley Barnes solo tuviera que empujarla en el minuto 83 y sentenciara el partido. Por más que Tottenham buscó la igualdad (le dio el ingreso a Erik Lamela para tener más flujo de ataque), el tanto nunca llegó.
Sorpresa de Burnley que de a poco se ha ido alejando de los puestos de descenso y que, en lo corrido de 2019, no sabe lo que es perder en la Premier.