Gonzalo Higuaín nació el 10 de diciembre de 1987 en Brest, al noroeste de Francia. En ese entonces su papá, Jorge, era defensor central de Stade Brestois 29 (actualmente milita en la Ligue 2). Tan solo unos meses después de su nacimiento, el Pipita volaría rumbo a la Argentina y viviría allí durante toda su infancia y adolescencia, hasta emigrar nuevamente a Europa.
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Higuaín confirmó su retiro de la Selección argentina
Junto a su familia vivió en Saavedra, al norte de la Ciudad de Buenos Aires, y dio sus primeros pasos como futbolista en el baby fútbol del club Palermo hasta que a los 10 años se sumó a las Inferiores de River. Su buen momento en el Millonario -que ya había llamado la atención del Real Madrid- y sus dos goles a Boca en el Superclásico de octubre de 2006 llevaron a Raymond Domenech, en ese entonces entrenador de la Selección de Francia, a incluirlo en la lista de convocados para un amistoso ante Grecia en noviembre de ese año.
Pero el Pipita pidió tiempo para pensar su respuesta. “Estoy contento por el llamamiento aunque la situación es difícil”, dijo en ese entonces y, unos días después, anunció que no jugaría para Les Bleus. Precisamente fue su padre quien le comunicaba esta decisión a la prensa. “Gonzalo todavía no quiere jugar para Francia, tiene otras expectativas”, dijo Jorge y admitió que en su casa “se marca un camino pero se respeta su decisión, no se lo puede llevar al seleccionado francés a los empujones”.
Ningún empujón, ningún enojo de Domenech o intimidación francesa logró torcer la decisión del Pipita, quien meses después tramitó su nacionalización argentina. “Desde el primer minuto que me preguntaron dónde quería jugar, no tuve ninguna duda. Viví siempre en la Argentina, y haber nacido en Francia fue algo circunstancial, aunque sea un país al que también le estoy agradecido”, dijo años después en charla con La Garganta Poderosa.
¿Por qué eligió a la Albiceleste pese a no saber si alguna vez tendría una oportunidad? “Pasé 18 años en Buenos Aires antes de irme a España (a jugar a Real Madrid) y no tenía ninguna duda de la Selección donde soñaba jugar. Me hubiera arrepentido si no jugaba para la Selección Nacional. Yo soy argentino, de los pies a la cabeza y cada vez que piso la Argentina no pienso en ir a otro lado que a mi barrio. Hay cosas que tiene la Argentina que no pueden comprarse ni con toda la plata del mundo, como los asados, los vestuarios, el truco, los amigos, los mates a la mañana, y varias cosas más, que uno recuerda día a día”.
A 13 años de aquella decisión, y nueve meses de jugar en Rusia su tercer y último Mundial con Argentina, Higuaín anunció oficialmente su retiro de la Albiceleste, esa que había elegido “con el corazón”. “Pensándolo bien profundamente, mi ciclo ya está. Quiero disfrutar de mi familia, de mí. Para alegría de muchos, por ahí de otros no tanto, mi ciclo en la Selección ya está”.