El talento de Jorge Valdivia es indiscutible. Un jugador que hace lo que quiere con la pelota en los pues, causando la ira en algunos rivales que no pueden parar sus genialidades. Sin embargo, la noche y la indisciplina marcó parte de su carrera.
Mediocampista que se especializa en pelotas largas y al pie, o pases entre líneas, se vio aquejado por lesiones y marginaciones ajenas al fútbol. La fiesta y el alcohol, en oportunidades le jugaron en contra.
Con 36 años el Mago se encuentra en la última etapa de su carrera, y en conversación con La Tercera revela que “ahora descanso más, me alimento mejor. Me entreno más. Yo cuando tenía 20 años era muy bueno para la pelota y con eso sentía que ya era suficiente. Hoy en día, tienes que correr, tienes que estar bien físicamente, hay que cuidarse de las lesiones”.
Valdivia además comenta que “cada vez es más difícil poder ser profesional desde joven. Yo también fui joven y me hablaban también de entrenar, de trabajar o de alimentarme bien, descansar… y yo simplemente no hacía caso. Hoy en día pasa lo mismo”.
Una confesión y mea culpa de un jugador de clase 10, pero que de haber tenido un mejor comportamiento, habría explotado y triunfado en Europa.