Pablo Repetto conoce mejor que nadie lo que significa la adversidad. Toda su carrera estuvo atravesada por ella. Su etapa como futbolista duró activamente apenas tres años: debutó en el ’95 en Fénix y se fracturó en el ’98. Estuvo un año y medio sin jugar. En el 2000 aceptó su realidad y tras seis meses sin éxito en Villa Teresa eligió el retiro y el curso de técnico. En 2002, con un apellido ignoto, inició una etapa que sería mucho más fructífera que la anterior y una década y media más tarde quiere volver a ser el artífice de un batacazo en el plano internacional.

¿CÓMO JUEGA LIGA DE QUITO?

Tenía 28 años cuando asumió en la Quinta División de Fenix. “Si me iba mal tenía que dirigir el Baby Fútbol, era el único club donde me conocían”, dijo en 2010. En 2005 consiguió un campeonato juvenil, lo que lo catapultó un año más tarde al primer equipo, que se encontraba en la Segunda División. Ascendió siendo campeón en esa misma temporada y en 2010, tras dos pasos por Cerro y uno por Blooming, consiguió su primer título: el Torneo Apertura 2010 en Defensor Sporting.

La estrella, sin embargo, lo exilio al fútbol ecuatoriano y a un club por entonces desconocido. Independiente del Valle lo contrató para evitar el descenso, pero en cambio lo metió en la Sudamericana 2013 y a las tres ediciones siguientes de la Libertadores. En 2016, entonces, dio el gran salto: eliminó a River en octavos de final en el Monumental, a Boca en semifinales en La Bombonera y llegó a la final, en donde cayó ante el Atlético Nacional de Franco Armani y compañía.

Boca Juniors Independiente del Valle Copa Libertadores 14072016

“Sabíamos que eran favoritos en toda la copa, pero nunca nos sentimos menos que nadie. Cuando llegamos a la Bombonera, ya teníamos la experiencia del Monumental. Era impensado para muchos y era algo que podíamos alcanzar. No sé si en mi carrera me va a tocar jugar un partido así“, explicó hace unos meses en el sitio de la CONMEBOL Libertadores.

Repetto se fue de Ecuador tras aquella final, pero volvió un año más tarde tras efímeros pasos por Emiratos Árabes y Olimpia. Asumió en Liga de Quito en 2017 con la obligación de ser campeón y lo consiguió. LDU llevaba ocho años sin estrellas. Ahora, está ante la posibilidad de eliminar nuevamente al Xeneize en su casa. Y si lo hace, puede también volver a encontrarse con el Millonario. Y, así, disfrazarse una vez más de verdugo.