Mauro Zárate ha sido el futbolista más desequilibrante de lo que va del ciclo de Gustavo Alfaro. Con la llegada del nuevo entrenador, el ex-Vélez tomó un protagonismo que no había podido tener con Guillermo Barros Schelotto, pero en el inicio del segundo semestre de 2019 su rendimiento empezó a decaer hasta que terminó lesionándose en el partido de ida ante Liga de Quito. Y aunque no venía mostrando su mejor versión, dejó un hueco en el ataque de Boca difícil de llenar.

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El delantero sufrió un desgarro en el sóleo derecho en la altura de la capital ecuatoriana y si bien su condición preocupa, en el Xeneize están seguros de que llegará para los cruces de semifinales ante River. La recuperación le demadará tres semanas, por lo que se lo espera para que esté ante San Lorenzo el fin de semana del 22 de septiembre, es decir, casi un mes después de haberse lesionado. En caso de poder jugar ante el Ciclón, podría enfrentar también a Newell’s antes del primer chico en el Monumental.

La buena noticia llegó este martes, en el primer entrenamiento luego del Superclásico, en el que Zárate realizó sus primeros movimientos con pelota. Así, se confirma su evolución favorable para ponerse a punto de cara al encuentro más importante del año.