El Bayern Munich ya no genera lo de antes en sus rivales. De hecho, en temporadas pasadas, el equipo bávaro podía estar en inferioridad numérica con sus oponentes y aún así era mucho más en la cancha. Pero en esta temporada, parece que el respeto, dirían otros, se ha perdido, y todo el que juega contra el actual campeón termina creciendo. Este sábado, Eintracht Frankfurt se impuso 5-1 y agravó la crisis de los dirigidos por Niko Kovač.
La expulsión de Jerome Boateng, en el minuto nueve de juego, descompensó a una escuadra que no supo cómo recuperarse, que cedió espacio y fue recibiendo goles, uno tras otro. Filip Kostic, David Abraham, Martin Hinteregger, Djibril Sow y Gonçalo Paciência, los anotadores de un duelo que pudo terminar más abultado.
El club bávaro, sin orden, descontó gracias a Robert Lewandowsky, a quien no le llegó la pelota por la desconexión que hubo entre volantes y delanteros, por la falta de orden que se le ha venido viendo a los de Kovac.
Ahora, con esta derrota, el Munich se quedó con 18 puntos, a cuatro de Borussia Monchengladbach, que lidera el torneo alemán y que, por ahora, saca ventaja del mal momento del que hasta hace un año tenía un monopolio en el país teutón.