En la parte alta del cuarto episodio el panorama no era alentador: los Nationals iban ocho carreras arriba y no había muestras de reacción por parte de los Padres. Pero la hubo, por fortuna, ahí mismo, como si se tratase de un proceso químico. Y el hombre que solucionó todo fue Daniel Camarena.
El lanzador tuvo su turno al bate y la sacó del estadio. Lo más importante es que fue agresivo cuando las bases estaban llenas. Y la jugada le salió: Grand Slam, cuatro rayitas en línea, envión anímico, remontada triunfo para los Padres por 9-8.
Después de ese capítulo en el que los de San Diego anotaron siete veces, todo se tornó más apretado y apenas llegaron dos anotaciones más, suficientes para lograr la victoria, y gracias también a Fernando Tatis Jr. que en esa línea conectó cuadrangular y puso su aporte a una remontada histórica.
Sumado a eso, el dominicano, como es su especialidad, volvió a robar una base y llegó a 20 en esta temporada, una buena marca para el jugador que está teniendo un curso de ensueño.
Éxito 52 para los Padres, que quedaron a tres juegos de los Dodgers y a cuatro de los Giants en la División Oeste de la Liga Nacional.
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