Brasil comienza el sábado ante Marruecos un nuevo ciclo, tras el tropiezo en Qatar, con una situación que se convirtió en paisaje: la ausencia de su máxima estrella, Neymar, otra vez en la enfermería.
El 10 del París Saint-Germain fue operado del tobillo derecho el 10 de marzo en Doha, el mismo que mermó su participación en el Mundial. Aunque la cirugía fue un éxito, el crac de 31 años probablemente no jugará el resto de la temporada.
Su baja en el amistoso contra la selección revelación en la pasada Copa del Mundo al menos le da margen para reflexionar sobre su continuidad con los pentacampeones. El hecho ocurre después de que en el Mundial pusiera en duda una vez más el futuro de su carrera internacional.
«No garantizo 100% que volveré, necesito analizar, pensar un poco más en lo que es bueno para mí y para la selección«, dijo visiblemente golpeado tras caer en cuartos de final en diciembre ante Croacia.
La falta confirma una tendencia que también lastró su carrera de clubes: la dificultad de los entrenadores para contar con un talentoso jugador, ya sea por razones físicas o disciplinarias.
En la Seleção, se ausentó en 21 (38%) de los 55 partidos disputados tras Rusia-2018, incluidos los seis de la Copa América-2019, ocho de los 17 del clasificatorio y dos de los cinco del Mundial.
Seleccionador interino
Mientras estuvo en campo se hizo indispensable al anotar 19 goles y ponerle brillo a una Canarinha que al mando de Tite rompió numerosos récords pero no sedujo a los brasileños.
Aun así, sus críticos no son pocos.
«Los jugadores siempre han sido mejores en sus respectivos clubes de Europa que vistiendo la camiseta nacional. Apenas tuvieron que esforzarse en las débiles eliminatorias suramericanas y no convencieron en los principales partidos del Mundial», escribió Robson Morelli, editor del diario Estadão de Sao Paulo.
«De todos ellos, Neymar carga con el mayor peso en Brasil, y es así porque es el mejor de todos. Siempre aceptó esa responsabilidad, pero tampoco entregó lo que se esperaba de él», agregó.
Sin Ney ni director técnico en propiedad, tras la salida de Tite luego del fracaso mundialista, Brasil empezará a reinventarse en Tánger frente a Marruecos, semifinalista en Qatar, para intentar poner fin a una sequía de más de dos décadas sin alzar la Copa.
Será el único juego que disputará en la fecha FIFA.
Ramon Menezes, entrenador de la sub-20 que conquistó en febrero el Suramericano de la categoría, está a cargo de forma interina a la espera de que la Confederación Brasileña de Fútbol escoja a un técnico de «respeto», según promete su presidente, Ednaldo Rodrigues.
El directivo espera tener seleccionador oficial antes del comienzo en septiembre del clasificatorio suramericano hacia Estados Unidos, Canadá y México-2026.
«Tenemos varios objetivos en los próximos años: las eliminatorias, olímpicos, Copa América y, por supuesto, el Mundial de 2026. Hoy me veo recomenzando el camino para conquistar el sueño» del hexacampeonato, dijo Rodrygo en declaraciones recogidas por el portal Globo Esporte.
Oportunidad para reconstruirse
El atacante del Real Madrid, de 22 años, es uno de los llamados a encabezar el nuevo proceso junto a su coequipero Vinicius Jr.
Rodrygo incluso habló en Qatar de perfilarse como 10 cuando Neymar, que tendrá 34 años en el próximo campeonato mundial, dé un paso al costado en Brasil.
Ambos merengues forman parte de la lista de 23 futbolistas convocados por Menezes, que quebró la base de Tite. El técnico apenas llamó a 10 mundialistas y otros 10 fueron citados por primera vez, entre ellos cinco campeones del Suramericano.
De la columna vertebral solo quedaron Ederson, Eder Militão, Casemiro, Lucas Paquetá y Antony. Como Neymar, los capitanes Marquinhos y Thiago Silva y el delantero Richarlison están lesionados.
«Es el momento de dar oportunidad a nuevos jugadores. Los convocados mostraron un nivel muy bueno en sus clubes», afirmó el DT, de 50 años.
En Tánger, pueden debutar perlas como el atacante Vitor Roque y el volante Andrey Santos, goleadores del Suramericano con seis goles, o figuras del Brasileirao como André, del Fluminense.
«Hay varios jugadores nuevos que van a dar la vida, especialmente porque es el inicio de un ciclo. Qatar quedó atrás y ahora hay que enfocarse en llegar bien al 2026», dijo el centrocampista del Flu.
Como sus compañeros, aún no imagina una vida sin el 10: «Neymar es un fuera de serie».