Ante el Cádiz, Manuel Pellegrini volvió a presenciar como eran expulsados dos nuevos jugadores de su equipo. Además, sobre el mismo césped, tuvo que reclamarle mayor sangre fría a un Miranda que venía acelerado y a punto estuvo de ser el tercer expulsado de una tarde negra, como el propio técnico calificó en sala de prensa.
Esa acción del canterano ante Iza Carcelén y las expulsiones de Canales y de Ruibal, por agresión, han vuelto a sentar muy mal al primer técnico verdiblanco y así se lo hizo ver a sus jugadores tras el partido.
Con varios comentarios, justo después del choque, Pellegrini les hizo saber el enfado que sentía después de ver cómo se sucedían dos nuevas situaciones que no solo perjudicaron al plantel durante el encuentro ante el equipo gaditano, sino que mermarán al cuadro heliopolitano en lo sucesivo.
Un aspecto que el chileno creía que el conjunto bético ya había superado pero que se vuelve a dar por circunstancias provocadas por sus propios jugadores, y eso es lo que precisamente más enfada al entrenador.
Son 12 las expulsiones que lleva acumuladas el Betis durante la presente temporada. Desde el propio seno del vestuario se hizo autocrítica y se apeló a corregir actitudes puntuales para que no se dieran en más ocasiones pero lo cierto es los malos hábitos han vuelto a aparecer justo en el momento más delicado para el equipo, donde se está jugando seguir en la pelea para lograr la plaza Champions que tanto ansía la entidad. Sin olvidar que también los rivales que le persiguen están consiguiendo puntuar.
Han sido muchas las alineaciones condicionadas por sanciones fruto de las expulsiones. Ahora Pellegrini volverá a vivir una situación similar en defensa.
Por ejemplo, en el lateral derecho, donde Sabaly se encuentra lesionado y Ruibal tendrá que esperar para saber cuántos partidos de sanción le caen, tendrá que ser Montoya quien salga de inicio ante el Espanyol y estar a un alto nivel competitivo. El catalán no juega desde el pasado amistoso ante el Manchester del 10 de diciembre. Y no lo hace en Liga desde el encuentro ante el Real Valladolid, el 9 de octubre.
El malestar del técnico lo mostró en el vestuario justo tras el partido y esta semana a buen seguro volverá a incidir en ello.