Es lo lindo de la Premier League . Los nombres y los carteles no aseguran resultados. Un día Manchester City puede vencer a Arsenal en el Emirates y al otro complicarse con el modesto Wolverhampton , un club que lucha por no descender y que de cuando en cuando se planta de tal manera que complica al que sea. Y este sábado lo hizo con el conjunto dirigido por Pep Guardiola , que apenas pudo igualar a un tanto con el cuadro comandado por Nuno Espírito Santo.
De hecho, los locales, con el envión de enfrentar a los actuales campeones de la liga, con el apoyo de la gente gritando cada vez más fuerte, tuvieron el control gran parte del encuentro. Incluso se fueron adelante en el marcador con un tanto de Willy Boly en el minuto 57 que desató la locura en el estadio Molineux. Sin embargo, el City respondió y en el 69’ igualó las acciones gracias a Laporte.
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Dos centrales franceses anotaron los goles de un partido que estuvo más emocionante en el epílogo, con los ciudadanos volcados al ataque y con Wolverhampton apelando al contragolpe. Ambos tuvieron opciones claras, uno con transiciones rápidas, el otro yendo una y otra vez. En los cinco minutos del tiempo adicional, cada escuadra pudo quedarse con la victoria. De un lado un cierre impresionante de Vincent Kompany cuando Ederson ya estaba vencido, y del otro un balón al travesaño luego de un tiro libre impecable de Sergio Agüero.
Un punto con más sabor para el club local que lo celebró como si se hubiera quedado con la victoria. Frustración para Guardiola y los suyos que cedieron dos puntos que, en el papel, estaban más que asegurados. Por eso es que en la Premier los pronósticos no sirven, muchas veces, para nada.
