Palmeiras inició con quinta a fondo, arremetiendo con todo y apedreando el rancho de Agustóin Orión. Y sólo bastaron 3 minutos para que Bruno Henríquez metiera un remate furioso, con el que el meta argentino nada pudo hacer, sólo buscar la pelota al fondo de la red.
De ahí en más el equipo de Tapia quedó groggy, deambulando en errores infantiles, y con sus delanteros desconectados al no recibir balones con ventaja. Un golpe al mentón que le costó 10 minutos de acomodo, donde el Verdao hizo de las suyas.
Recién a los 15 minutos las conexiones comenzaron a hacer funcionar los engranajes, pero no fue suficiente, ya que el rival tenía las riendas sobre sus manos.
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El segundo tiempo estuvo para el empate, pero nuevamente 10 minutos fueron necesarios para acallar las voces que pedían el empate. A los 78 Dudú terminó con toda ilusión con una contra letal. Así se extinguieron los 10 minutos finales entre pases erráticos, y jugadas poco claras.
En total fueron 20 minutos para el olvido, con los que Colo Colo deberá cargar en el partido de vuelta en Brasil.
