La Copa Libertadores 2018 fue indicada por muchos como la más difícil de los últimos años. Es que la empezaron jugando 17 campeones de los 25 que levantaron el trofeo alguna vez y hubo pocos equipos desconocidos, ya que casi todos los que participaron son los más poderosos de cada país. Para Boca, no hubo excepción: tras compartir la fase de grupos, el Xeneize se vuelve a encontrar en semifinales con Palmeiras, ganador del certamen en 1999 y finalista en otras tres oportunidades.
Fundado en 1914 en la ciudad de San Pablo bajo el nombre de Palestra Italia, el club adoptó su actual denominación en 1942, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando por presiones del gobierno nacional fue forzado a abandonar cualquier relación con la comunidad italiana: además del nombre, la institución abandonó el color rojo y se quedó con los actuales verde y blanco.
A pesar de que históricamente le costó plasmar su poderío fuera de las fronteras nacionales, es el más laureado de Brasil: tiene el récord de títulos en el Brasileirao, con nueve, y es el único que consiguió ganar todos los certámenes oficiales organizados por la Confederación Brasileña de Fútbol.
En el mano a mano con Boca por la Libertadores se registran ocho antecedentes, con dos que sobresalen por encima del resto: la final de la edición de 2000, en la que el Xeneize ganó 4-2 por penales en el Morumbí tras un empate 2-2 en La Bombonera y un 0-0 en Brasil. Al año siguiente, el duelo se repetiría en semifinales con igual desenlace: tras dos igualdades 2-2, el conjunto de la Ribera se impondría nuevamente 4-2 en los penales como visitante.
EL ENTRENADOR
Luiz Felipe Scolari asumió como técnico de Palmeiras en julio de 2018 en reemplazo de Roger Machado, en uno de los principales movimientos del Verdao en el mercado pasado. Felipao, campeón del mundo en 2002 y ganador de la Copa de las Confederaciones 2013, llegó al conjunto brasileño luego de tres años en los que fue tricampeón de la Superliga china con Guangzhou Evergrande y firmó un jugoso contrato por los próximos dos años.
Se trata de su tercer ciclo al frente de Palmeiras, donde ya había estado entre 1997 y 2000 y entre 2010 y 2012. Al frente del Verdao conquistó nada menos que la Libertadores 1999, la Mercosur 1998 y dos Copas de Brasil (1998 y 2012).
LA FIGURA
Sorprendió a todos en Barcelona cuando, a mediados de 2017, Lucas Lima hizo saber que tenía firmado un precontrato con el club catalán para sumarse a partir de enero de 2018, una vez que finalizara su contrato con Santos. La operación, finalmente, nunca se realizó, pero el mediapunta igualmente no renovó su vínculo con el Peixe: a fines del año pasado, Palmeiras anunció que tenía un acuerdo por cinco temporadas con el jugador, de 27 años.
Desde su llegada al Verdao, el armador se hizo el dueño de la conducción del equipo y es quien se encarga de comandar el juego ofensivo. Hasta aquí, entre torneos locales e internacionales, lleva 48 partidos jugados y siete goles convertidos.
PLANTEL COMPLETO
Arqueros: Wéverton, Jailson, Fernando Prass.
Defensores: Gustavo Gómez, Luan, Antonio Carlos, Nicolás Freire, Leandro Almeida, Edú Dracena, Pedrao, Diogo Barbosa, Víctor Luis, Marcos Rocha, Jean, Mayke.
Mediocampistas: Thiago Santos, Felipe Melo, Moisés, Bruno Henrique, Dudú, Gustavo Scarpa, Lucas Lima, Alejandro Guerra, Hyoran, Vitinho, Artur.
Delanteros: Miguel Borja, Deyverson, Willian, Yan.
CÓMO JUEGA
La principal característica del Palmeiras es la presión, especialmente cuando juega como local, donde acostumbra a generar muchas situaciones de gol por partido. Tras empezar el año jugando con un 4-1-4-1 de la mano de Machado, con el correr de los partidos cambió por un 4-2-3-1 en el que los puntos más fuertes están en las dos líneas del mediocampo.
En la recuperación, junto al símbolo del equipo Felipe Melo aparece Bruno Henrique, que le ganó el puesto a Tché Tché a partir de su importancia en el bloque defensivo, pero también por su buen aporte en ataque: en lo que va del año ya lleva cinco goles. En la parte ofensiva, en tanto, Lucas Lima es el encargado de conducir por el medio y Dudu -el ídolo de los hinchas- y Willian le dan vértigo por las bandas.
El único hombre de ataque, en tanto, es el colombiano Miguel Borja, quien llegó rodeado de mucha expectativa el año pasado y no estuvo a la altura de lo esperado, pero se destapó en 2018: entre el Estadual, el Brasileirao y la Libertadores lleva 19 goles en 35 partidos.
