Fue un partido de pura Premier League, de goles y jugadas, de nervios y momentos, de hinchadas celebrando y después refunfuñando, del fútbol inglés en su máxima expresión. Los protagonistas: Manchester United, el club grande con una crisis aún más grande, y Newcastle, el recién ascendido que bajo el mando de Rafael Benítez tuvo contra las cuerdas a los Diablos Rojos. Sin embargo, sobre la hora, apareció el talentoso, el que no venía jugando, Alexis Sánchez para darle el triunfo a su equipo por 3-2 y desatar la algarabía el Old Trafford.
En un duelo bastante pasional, el marcador lo abrió el equipo visitante a los siete minutos con tanto de Kennedy. Y seguido, antes de que el United asimilara el golpe, apareció Yoshinori Muto para aumentar la cuenta y silenciar el teatro de los sueños. En realidad no fue un silencio total, pues bajaron silbidos desde la tribuna para un José Mourinho que miraba atónito desde el banco. Sin embargo, en la segunda parte, el DT cambió todo el planteamiento, lanzó a todos para adelante y encontró el descuento en los pies del español Juan Mata. Incluso, el cuestionado Anthony Martial puso la igualdad en el 74′ para el grito unísono en el escenario, de la gente que celebró la remontada como una gran victoria.
Pero no todo paró allí. En el minuto 90, cuando todo parecía cerrado, Sánchez, el que ingresó en el 67′ con el juego 0 a 2, marcó de cabeza el 3-2 final para la locura en las gradas, el festejo de Mourinho y de todo aquel que volvió a soñar en el teatro.
De esta manera, United cortó su racha de cuatro partidos sin victorias y escaló al octavo puesto en el torneo doméstico aunque sigue lejos de los líderes Liverpool y Manchester City. A pesar de que todavía no se logra lo esperado, esta victoria fue vital, en la parte anímica, para un club que parece ganar con más vehemencia que con buen fútbol.
We never give up. #MUFC #MUNNEW pic.twitter.com/tP8jhj97nx
— Manchester United (@ManUtd) 6 de octubre de 2018