La cara de Joe Hart, ex arquero de Manchester City y hoy en Burnley, luego del gol de Leroy Sané lo dice todo: impotencia y frustración. Esas dos palabras definen lo que fue el duelo entre el equipo de Pep Guardiola, una aplanadora, ante el club dirigido por Sean Dyche, que después del primer gol en el minuto 17 aguantó gran parte del encuentro conteniendo al hoy líder de la Premier League.

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Sergio Agüero abrió la cuenta en el minuto 17 y ya en la segunda parte llegó la lluvia de goles, primero con Bernardo Silva para el 2-0, también con asistencia de David Silva, y luego con Fernandinho al 56’. Con el marcador a favor, con el control de la pelota y con el manejo de los tiempos, el City se dedicó a atacar con más tranquilidad, eso sí con la misma agudeza. Y así llegaron el cuarto y quinto gol.

Ryan Mahrez y otro golazo desde fuera del área y Sané para cerrar la cuenta en lo que fue un monólogo del equipo ciudadano que demostró que su sincronización y manera de jugar siguen intactas.

Ahora, con 23 puntos y una diferencia de gol bastante amplia, Manchester City tiene un buen colchón que le da la posibilidad de mirar a todos desde arriba y con la tranquilidad de hacer las cosas bien.

 

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