Si hay algo que quedó claro desde mediados de 2014 hasta la actualidad es que Marcelo Gallardo le cambió la cabeza a River. Poco después de su llegada a la dirección técnica, los hinchas, jugadores y dirigentes del Millonario modificaron por completo su forma de pensar el fútbol y entendieron las máximas que Napoleón traía para el equipo de Núñez: siempre ser competitivos, tener una identidad de juego definida y apostar fuerte a los torneos internacionales.
¿Por qué Gallardo no estará en el banco contra Boca?
Por eso, aunque está claro que los partidos los ganan o los pierden los futbolistas dentro del campo de juego, se entiende que la ausencia del Muñeco en el banco de suplentes y en el vestuario, tanto de La Bombonera como del Monumental, no será un detalle menor para sus dirigidos en la final de la Copa Libertadores 2018 frente a Boca.
Ante el castigo que le aplicó la CONMEBOL, nuevamente el lugar del DT lo ocupará un hombre de su confianza como Matías Biscay. Pese a que River cosechó dos empates y cuatro triunfos (incluido el 3-0 de la final de 2015 contra Tigres) en las seis oportunidades que tuvo que tomar las riendas por alguna suspensión de Gallardo, lo cierto es que para los jugadores, en un compromiso de este calibre, no será lo mismo mirar hacia el banco y que no esté el Muñeco para darles una indicación o para motivarlos con una palabra de aliento.
Esta vez, además, será distinto porque el entrenador no podrá ni siquiera ingresar al estadio. Por lo tanto, si se diera una situación similar a la ocurrida en la revancha de las semifinales ante Gremio y su equipo se fuera al entretiempo en desventaja en el resultado -o en el juego-, Gallardo no tendrá la posibilidad de ir al vestuario a arengarlos o plantearles otro plan de partido a sus jugadores, como sí hizo -contra el reglamento- en Porto Alegre cuando sus jugadores “más lo necesitaban”, según él mismo explicó después. Tal vez se podrá comunicar mediante una videollamada de WhatsApp o Skype, pero dificilmente a través de una pantalla pueda transmitir y generar lo mismo que cuando está presente frente a ellos.
Por último, y no menos relevante, la sanción privará a River de la presencia de Gallardo ante el siempre polémico Roberto Tobar, el juez chileno de la ida. En un Superclásico en condición de visitante, y mucho más en una final internacional, la figura de un técnico respetado como el Muñeco para jugar su partido aparte con la terna arbitral puede ser tan decisiva como la de los once futbolistas que entran a la cancha. Sumándole que tampoco estará en el primer encuentro el suspendido Leonardo Ponzio, será doblemente importante el rol del otro gran referente del plantel, Jonatan Maidana para sostener y guiar a un grupo que hará todo lo posible para no extrañar -demasiado- a su líder y mentor.