Todavía faltan algunas horas para el inicio de la final de ida de la Copa Libertadores; sin embargo, el Superclásico de este sábado en La Bombonera ya tiene un protagonista: la lluvia. Desde temprano, las tormentas castigan a Buenos Aires y resulta complicado que el campo llegue en óptimas condiciones a la hora del partido.
Pese a que las condiciones meteorológicas no mejoran, Fred Nantes, director de competiciones de CONMEBOL, envió un mensaje de tranquilidad a los hinchas: “Hasta el momento no hay decisión de suspenderlo. Cayeron 40 milímetros en dos horas y el drenaje del estadio respondió muy bien”, dijo en diálogo con TyC Sports.
En ese sentido, surge una duda: ¿a qué equipo le conviene la lluvia? En Goal consideramos que Boca es el gran beneficiado. Acá, las razones:
TIENE UN MEDIOCAMPO AGUERRIDO
Los volantes de Boca, por características de juego, tienen mayor capacidad para adaptarse a las condiciones de la cancha. Wilmar Barrios, Pablo Pérez y Nahitan Nández garantizan despliegue y músculo en el mediocampo, aspectos que seguramente serán mucho más determinantes que la elaboración y el buen juego.
En ese sentido, River se ve afectado de manera significativa. Y es que el Millonario tiene volantes de buen pie, que se sienten más cómodos jugando la pelota a ras de césped. La única alternativa que tiene el Millonario es esperar al rival y pelear el partido como pueda. Eso, sin la presencia de Leo Ponzio.
VELOCIDAD DE LOS EXTREMOS
Otro aspecto que tiene Boca a su favor es la presencia de Sebastián Villa y Cristian Pavón, dos jugadores de banda que destacan por su velocidad. De esta manera, el equipo de Guillermo Barros Schelotto tendrá cierta facilidad para jugar largo y encontrar los espacios por los costados, ganando duelos que podrían resultar clave en el desarrollo del partido.
WANCHOPE ÁBILA
Es el partido perfecto para un delantero como Wanchope Ábila. Y es que los volantes de Boca pueden encontrarlo por cualquier vía, gracias a su buen juego de espaldas al arco. Lejos de ser un atacante que se asocia con sus compañeros con toques en corto, el 17 se siente cómodo moviéndose sin pelota y sacando provecho a las segundas jugadas. El gol en la vuelta ante Cruzeiro es un ejemplo de ello.