Manchester City lleva a sus rivales por el camino que siempre quiere. Primero les da espacio y cuando ya el análisis está hecho, de las debilidades del otro, empieza a apretar y a adelantar sus líneas hasta que sofoca y genera el error del rival o la virtud propia. Este sábado, el equipo de Pep Guardiola supo lidiar de gran manera con Bournemouth, club que lo complicó por pasajes, y se impuso 3-1 para mantener la ventaja en la cima de la Premier League.

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Bernardo Silva abrió la cuenta en el minuto 16, pero el visitante logró el empate en el 44 en los pies Callum Wilson. De hecho, finalizada la primera parte, la cosa se veía complicada. Sin embargo, Guardiola ajustó sus fichas, atacó más por las bandas y encontró la ventaja con el tanto de Raheem Sterling y, ya en el cierre, el gol definitivo gracias a Ilkay Gündogan.

Triunfo 12 para los ciudadanos que llegaron a 38 puntos, cinco más que Liverpool y que de a poco siguen demostrando que van con paso firme para obtener la corona de la liga inglesa una vez más.

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