Atrás quedaron los días de gloria de Claudio Bravo cuando el arquero chileno se alzaba con el Trofeo Zamora en el Barcelona tras convertirse en el meta menos goleado de la temporada 2016 al disputar 37 partidos y recibir sólo 19 tantos.
Atrás quedaron -también- los ocho títulos que logró en los azulgrana en su exitoso paso de dos temporadas por los catalanes donde debió compartir la titularidad con Marc-André ter Stegen, pero que sin embargo, fue estelar y brilló en casi todos los duelos de los culés en La Liga. Mientras, el alemán se conformaba con los partidos de Champions League y la Copa del Rey.
Debido precisamente a la convivencia tensa con el joven golero, el formado en Colo Colo decidió partir a Manchester City con el fin de ganarse la titularidad y disputar así en una de las ligas más competitivas: la Premier League. Sin embargo, el escenario no varió y debió alternar el arco con el argentino Willy Caballero.
El ex Málaga, que llegó en julio de 2014 a Inglaterra de la mano de Manuel Pellegrini, le dejó la pista libre para adueñarse nuevamente de la portería de los Ciudadanos al partir al Chelsea pero el técnico Pep Guardiola exigió el pase de uno de los mejores, y más promisorios, arqueros de Europa: el brasileño Ederson Moraes.
Luego de disputar la Copa Confederaciones, y de un mes de vacaciones, el chileno se sumó a los trabajos de los Citizens pero ya el arco tenía el nombre del ex Benfica. De hecho, el DT español ya tenía asignada la portería para la Liga inglesa y sólo dejó a Bravo como titular para un amistoso ante Girona de España, en pretemporada.
Recién, ante Liverpool, y por la cuarta jornada de la competencia, el capitán de la Selección chilena pudo ver acción, pero lo hizo por un infortunio de su compañero que recibió una grosera patada de Sadio Mané que lo sacó en el epílogo de la primera parte. En total, el chileno suma escasos 45 minutos en Liga.
Y cuando parecía que debido a la lesión del Sub 21 Bravo debutaría este semestre en Champions League, en el Stadion Feijenoord de Rotterdam, ante Feyenoord, Guardiola decidió mandar al terreno de juego a Ederson que lució un casco, al más puro estilo de Petr Cech, debido a los puntos de sutura tras el corte sufrido por el choque con el ariete de los ‘reds’.
En total, el nacido en Viluco solo arrancó de titular en tres compromisos de la Copa de la Liga, donde su equipo se metió en semifinales. Y pese a sus escasos 330 minutos en aquella competencia, en dos partidos se vistió de héroe. Primero frente a Wolverhampton Wanderers FC en el Estadio Etihad, encuentro en que le ahogó el grito gol a N’Diayé y Coady desde los doce pasos y luego al contener el lanzamiento penal de Riyad Mahrez que decretó la victoria de su equipo sobre el Leicester en el King Power Stadium.
Todo parece indicar que el 2018 será un año donde el chileno se tendrá que resignar nuevamente a la banca, pero el ex Barcelona no piensa moverse del City.
“Han salido cosas de River y hoy salió un artículo sobre que estaba preparando el retorno y creo que falta mucho para eso. Creo que en la vida no todo es solamente fútbol, está mi familia de por medio, ni hablar como están viviendo en Manchester”, dijo, para luego agregar que tiene “paciencia”. “Creo que es cosa de tener calma, de seguir trabajando, de seguir haciendo lo que me toque cuando tenga que estar y tener paciencia”, cerró.
FUENTE: OPTA