Arturo Vidal sumó otro domingo feliz con el Fútbol Club Barcelona. El mediocampista chileno fue titular en la visita culé ante Levante, asistió el tercer gol de Lionel Messi y se marchó del Ciudad de Valencia con la sensación de haber dado otro paso adelante en su lucha por hacerse con un puesto en el once. Esta vez, Ernesto Valverde se decidió por él en vez de Arthur y Carles Aleñà para completar la tríada de destrucción y enlace junto a los inamovibles Ivan Rakitic y Sergio Busquets.
Flanqueado por Ousmane Dembélé y Jordi Alba, el Rey tuvo menos responsabilidades defensivas que de costumbre, puesto que Txingurri optó por un 3-5-2 con la reaparición estelar de Thomas Vermaelen para cubrir la zona izquierda de una zaga de donde no salen Clément Lenglet ni mucho menos Gerard Piqué ante la lesión de Umtiti. De todas maneras, el ex Colo Colo entregó correctamente 41 de los 44 pases que intentó, alcanzando un 93.2% en la precisión de sus entregas, además de anotarse dos entradas con éxito y tres faltas en contra.
Las revolución táctica le sienta bien a Messi
Ya entrado el compromiso, con la faena resuelta y Toño adelantado, Vidal picó por la zurda y vio cómo Luis Suárez, en la otra punta, pasaba el balón en medio de las piernas de Erick Cabaco y lo cambiaba de frente: el 22 barcelonista tenía para fusilar tras capturarlo en soledad, pero prefirió dársela a su capitán, que participó por cuarta vez en conversiones durante el juego: finalmente fueron cinco sus intervenciones directas.
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Al rato, porque miró los últimos 12 minutos junto a los suplentes, para propiciar el ingreso de Philippe Coutinho, Piqué firmó la manita. Con tres o con cuatro atrás, con tres o con cuatro al medio, parece no importar. Vidal es titular.
