Hubo una noche en la que Carlos Bianchi dejó en claro que los penales requieren talento pero, sobre todo, confianza. Pasaron 15 años desde aquel histórico 17 de junio del 2004, última vez que River, por Copa Libertadores, definió una serie por penales. Y una derrota que recién pudo cicatrizar en el apoteósico 2018, con victorias ante Boca en la Supercopa Argentina y en Madrid .
Las corazonadas del Muñeco nunca fallan
Fue la definición de una semifinal sangrienta desde el sentido más literal, que Gallardo debió ver de afuera en la revancha por el arañazo a Abbondanzieri en la ida. Y en la que luego del 2-1 para el Millonario, con “gallinita” de Tevez y gol agónico de Nasuti, el Virrey no dudó en elegir como pateadores a los Pablo, Álvarez y Ledesma, que sorprendieron a Lux para obtener el pase a la final.
En el Mineirao, el Muñeco recogió el guante de esa definición. Y se la jugó por “sus” pibes Gonzalo Montiel y Lucas Martínez Quarta, con algo más de rodaje que aquellos jugadores del Xeneize, pero que no dejan de ser productos de “Napoleón” . El marcador final le dio la razón una vez más al DT.
La llave de River rumbo a la final de la Libertadores 2019
“A veces depende de los jugadores que tengo. Hoy terminamos con seis juveniles en cancha. Había que patear y tuvieron personalidad para decir ‘pateo yo'” , dijo Gallardo en conferencia de prensa. Las comparaciones son odiosas y, con un futuro sin techo, el Muñeco todavía corre de atrás a Bianchi . Pero la lección de aquella noche fue aprendida y la victoria en Brasil entra en la galería de grandes gestas para el DT riverplatense.