Universidad de Chile tiene que sumar ante Cruzeiro en Brasil para llegar bien aspectado al desenlace de su grupo en la Copa Libertadores. Es cuando Guillermo Hoyos recurre a la banca y Unión La Calera le da un baile táctico.
Los cementeros hicieron goles para todos los gustos. Primero fue Víctor Retamal el que se atrevió a avanzar sin interrupciones. Y mientras Rafael Caroca retrocedía y no se le acercaba, el lateral ponía el primero. Rápidamente, Fernando Saavedra filtró con clase para Gonzalo Abán y Brian Fernández aprovechó la gentileza con un zurdazo. Fue la primera aparición estelar del número 10, el ícono de la goleada (6-1).
Antes del descanso, Retamal ofició su especialidad y su centro fue mal despejado por Caroca: Saavedra clavó un golazo. Y al menos avisó Mauricio Pinilla, pero el tiro libre fue contenido por Gabriel Arias, que voló para justificar su citación a la Selección.
Calera apeló al contragolpe y estiró más la cuenta. En una salida rápida, Saavedra asistió a Álvaro Césped y el mediocentro definió libre y encontró una infructuosa estirada de Johnny Herrera. Ahí llegó el premio para Pinilla, que pateó de primera luego de un buen anticipo de Caroca.
Pero el ritmo nunca bajó y mientras Hoyos metía a los suplentes de los suplentes Fernández empalmó de derecha un centro preciso de Saavedra, el otro gran responsable de un marcador histórico, quien en la jugada eludió a Felipe Seymour antes de correr toda la banda en la mitad de cancha azul. En esa tónica, regalados defensivamente, los laicos recibieron el sexto: Fernández asistió a Francisco Castro, titular con la U campeona de la Sudamericana, y el Toby le cambió el palo a Herrera con un derechazo potente e imposible. Imposible como el resultado: hace 58 años que no recibían seis en contra. Fernández y Saavedra se comieron viva a la U. Viva en el torneo, hipotecando la distancia con Católica, y viva en la Copa, donde no puede errar de esta manera tenística.