Colo Colo puede cambiar su foco hacia la Copa Chile sin ningún problema. Empezó septiembre y, con el Monumental lleno, se despidió del campeonato en otra decepcionante caída (0-2), esta vez a manos de Cobresal para redondear un pobrísimo 27.7% de rendimiento con 5 puntos de 18 posibles desde que se volvió a jugar la competición post Copa América. Ganó uno de seis y está a trece unidades de Universidad Católica con apenas diez fechas en el horizonte.

En Macul armaron una fiesta y los únicos que sacaron provecho de la misma fueron los visitantes. Es que estaba en juego un hito que se acabó atrasando. Esteban Paredes no se convirtió en el goleador exclusivo de la historia de la Primera División y el protagonista fue Felipe Reynero con un doblete decisivo.

Cayeron proyectiles insólitos

A los cuatro minutos ya festejaba el visitante, en el primero de los trucos de magia de Marcelo Cañete en la jornada. El formado por Boca Juniors metió un pelotazo que capturó con todos los espacios del mundo Marcelo Jorquera. El zurdo vio libre a Reynero y este, a quemarropa, cabeceó para batir a Brayan Cortés.

También vivió una pesadilla Juan Carlos Gaete

Paredes rozó el récord en los 8′. Opazo centró y Eric Godoy se enredó, y del descontrol de la defensa albinaranja sacó provecho el Tanque, que le ganó la marca a Rodolfo González y pinchó para el primer lucimiento personal de Sebastián López en el partido.

López volvió a aparecer cuando se combinaron, de derecha a izquierda, Marcos Bolados, Gabriel Suazo y Paredes, que encontró en el segundo palo a Gabriel Costa y el uruguayo-peruano, débil, afinó su testa y la contención del meta fue solvente, tal y como ante Carlo Villanueva, que con el empeine y la vía libre remató desde larga distancia. López se estiró eficiente a su izquierda.

Antes del complemento, Juan Carlos Gaete superó en velocidad a los que se le venían encima y picó desviado con un Cortés rendido. Fue la única que le quedó a un ariete que debió abandonar por lesión en el amanecer del segundo lapso. Y que evidenció su dolor hasta retirarse con dificultades para movilizarse.

López. López. López. López. Opazo centró para Costa y el cabezazo, abajo y al medio, terminó con una agachada de López muy precisa. La jugada fue de un Paredes recogido y solidario.

Bolados sumó un enganche hacia adentro y un posterior zurdazo que pasó ancho, y el desenlace fue nortino. Cortés atajó en el piso un tiro sorpresivo de primera de Cañete y el ex cruzado asistió a Reynero para que este silenciara Macul con su diestra en un lanzamiento de ángulo complicado. Antes del parón FIFA el Cacique se bajó de la pelea por el trofeo con todas las justificaciones -y la falta de eficacia- sin valor. La realidad es que corre uno solo por el premio mayor.