Leonardo Ponzio no atraviesa un buen momento. Además de la lesión muscular que no le permite jugar desde hace más de un mes, el capitán de River está envuelto en una compleja situación fuera de las canchas: el santafesino está con el cuerpo en Buenos Aires, pero con la cabeza en España, por el juicio en el que está imputado junto a otras 41 personas por el supuesto arreglo de un partido en 2011. Sin embargo, de a poco parece empezar a aclararse para el jugador, que no sólo está cerca de recibir el alta médica sino que ya sabe que, finalmente, las audiencias no le impedirán estar presente en el partido de ida de las semifinales de la Copa Libertadores frente a Boca.
Tras el 0-0 del Millonario frente al Xeneize de la Superliga del domingo 1° de septiembre, el mediocampista voló rumbo a Valencia para estar presente en la primera audiencia del juicio que investiga lo ocurrido en un encuentro disputado el 21 de mayo de 2011, en el que Zaragoza (donde jugaba el volante) derrotó 2-1 como visitante a Levante por la última fecha de LaLiga y aseguró su permanencia en Primera División. La causa se inició a partir de una denuncia del Deportivo La Coruña, que descendió por el resultado de aquel partido, y durante las investigaciones preliminares se descubrieron movimientos de dinero sospechosos en los días previos al cruce.
El León, que fue titular en aquel partido, se encuentra imputado junto a todos los demás futbolistas que participaron del encuentro, a quien era el DT de Zaragoza, Javier Aguirre, y a cuatro directivos del club, por lo que debió declarar en la audiencia del jueves 5. Luego, gracias a una autorización especial del juez para quienes no residen en España, Ponzio quedó exento de seguir asistiendo a las audiencias subsiguientes y pudo regresar a Argentina para reincorporarse a las prácticas de River.
Sin embargo, el jugador del Millonario tendrá que regresar a Valencia antes del final del juicio y las fechas amenazaban con convertirse en un gran dolor de cabeza: el magistrado que lleva la causa avisó que los 42 acusados deberán estar presentes para “la lectura del escrito de conclusiones y el derecho a la última palabra”. Y según el calendario judicial, esa instancia estaba prevista para el lunes 30 de septiembre, 24 horas antes del primer River – Boca de la Copa, a jugarse en el Monumental. Sin embargo, el pasado viernes 20 el juez que lleva la causa debió suspender las audiencias debido a que el abogado de uno de los imputados (el entonces presidente de Zaragoza, Agapito Iglesias) fue internado por cuestiones de salud y el juicio se reanudará recién el martes 1°. De esta manera, se estima que Ponzio deberá volver a España recién a mediados de mes, por lo que tampoco correrá riesgo su presencia en la revancha del Superclásico, prevista para el martes 22.
En cuanto a su declaración indagatoria, el santafesino contó cuál fue su participación en las transacciones monetarias que se realizaron a varias cuentas de futbolistas del plantel de Zaragoza en los días previos al partido con Levante: “Recibo una llamada del presidente (NdeR: Agapito Iglesias, también imputado). Me dice que me iba a ingresar un dinero, que tenía que hacer un favor, que lo retire para devolvérselo. No se lo devolví a él sino a una persona de su confianza en La Romareda. Me dijo que era para hacer frente a entradas y autobuses para el desplazamiento. La persona a la que le entregué la plata no era un directivo, no sé quién era pero lo veía con él, pertenecía al club. Fue una equivocación mía no haber pedido un justificativo para la realización de esos movimientos”.
Según consta en el expediente -y como confirmó él mismo durante su exposición-, Ponzio recibió un depósito de 85 mil euros en su cuenta, en dos pagos realizados el 18 y 19 de mayo de 2011, 48 horas antes del decisivo encuentro. Hubo, además, ingresos de dinero en las cuentas de otros ocho jugadores del plantel por un monto total de 965 mil euros. Por las acusaciones, la Fiscalía pidió una pena de dos años de prisión por corrupción deportiva y seis años de inhabilitación para realizar cualquier actividad relacionada con el fútbol para los 42 imputados.
Una vez terminada esta instancia judicial, se estima que el veredicto definitivo se conocerá unos tres meses después. En ese sentido, su abogado es optimista: “Leo no ve la hora de terminar con esto. Habrá que seguirlo hasta el final, pero yo creo que saldrá todo bien y se conseguirá su absolución”.