Johnny Herrera venía atajando por la Copa Chile y desde mayo que no lo hacía desde mayo en La Florida, cuando el Audax Italiano les propinó un 3-1 durísimo. Pero Hernán Caputto, entrenador y ex arquero, principalmente en la Universidad de Chile que hoy debe salvar del descenso a la Primera B, le devolvió la camiseta y la capitanía al principal referente e ídolo del plantel laico. Y el número 25 fue uno de los protagonistas en la victoria fundamental por 2 a 1 sobre Iquique, que llegaba al Nacional con tres puntos más que el local y, por ende, con la opción de escaparse a dos partidos con seis por jugar.
“Así somos los de la U”, sentenció tajante y muy emocionado antes de retirarse al camarín. “Es difícil en verdad expresar lo que se siente. Hoy entramos a la cancha últimos y el estadio está lleno. Solo felicitar a la gente, los jugadores lo dejamos todo y ganamos la primera final, quedan seis más”, avisó antes.
Si bien rozó el gol de libre directo de Matías Donoso, su barrera se abrió y pensó, en conjunto, en una ejecución buscando algún palo o ángulo. Johnny no pudo apañar el balón completamente, en el único punto bajo de la noche. A Donoso le atajó un violento cabezazo en el cierre, cuando el duelo aún se encontraba igualado, y en pleno primer tiempo (29′), sostuvo el 1-0 con un manotazo ante un tiro de derecha, desde lejos, de Luis Silba. Le patearon tres veces y evitó dos claras.
Sebastián Pérez atajó cuatro disparos casi consecutivos. No permitió que festejaran Leo Fernández ni Marcos Riquelme u Osvaldo González, estos dos últimos vía cabezazos. Se fue entre lágrimas del campo de juego, ahora con su escuadra bajo la U, perdiendo la categoría con 24 puntos en 24 fechas, por un autogol de Mauricio Zenteno tras el balazo de Jimmy Martínez. Herrera ganó una noche de arqueros con estadio lleno, 46 mil sensaciones emotivas.