Definitivamente es una cuestión de plantel. A pesar de una gran labor de Lebron James, Cleveland Cavaliers no pudo doblegar a Boston Celtics en el segundo partido de la final de la Conferencia del Este de la NBA.
A pesar que el base de los Cavs anotó un triple-doble, su quinteto cayó 104-97 quedando en una incomoda situación para lo que resta de la llave. En cambio, los Celtics dieron un paso fundamental para acceder a una nueva final desde el 2010, considerando que nunca han perdido una serie cuando se han puesto 2-0 arriba.
Lebron James volvió a brillar, como ha sido durante todos estos playoffs, al anotar 42 puntos, 10 rebotes y 12 asistencias. Pero no fueron suficiente ante el escaso apoyo del resto de su equipo.
“King James” había puesto en ventaja a los Cavs en la primera mitad (48-55) hasta que recibió un golpe fortuito que le mandó al vestuario. Circunstancia que aprovecharon los Celtics para ajustar el marcador antes del descanso y lanzarse tras la salida de los vestuarios con un parcial de 59-39 que terminó de noquear a los de Ohio.
Jaylen Brown volvió a ser el mejor jugador de los de Massachusetts con 23 puntos, bien acompañado por Terry Rozier, que anotó 18, y por un Al Horford que terminó con un doble-doble de 15 tantos y 10 rebotes para que los Celtics mejoraran su marca como locales en estos playoffs hasta un espectacular 9-0.
“Siempre vamos a pelear. A estas alturas da igual si ganamos por medio punto. Si ganamos eso es todo lo que importa”, aseguró Rozier tras el encuentro.
La serie, ahora, se traslada al Quicken Loans Arena, donde el sábado Cleveland intente comenzar la remontada, que a esta altura parece ser un sueño imposible.