Sin suplentes e improvisando al volante Enzo Pérez como arquero, el argentino River Plate, aquejado por las numerosas bajas por covid-19 en su plantel, firmó un increíble triunfo por 2-1 (parcial 2-0) sobre el colombiano Independiente Santa Fe este miércoles 19 de mayo, en partido por la quinta fecha del Grupo D de la Copa Libertadores 2021.

Fabrizio Angileri al 3′ y Julián Álvarez  en el 5′ marcaron los goles para el triunfo de River en el estadio Monumental, y Kelvin Osorio al 72′ descontó para el conjunto bogotano, en una noche casi sin apremios para Enzo Pérez, el inesperado portero que se mudó de la mitad de la cancha a la valla ‘millonaria’.

Con esta victoria, y a una fecha del final, River pasa al frente del Grupo D con 9 puntos, seguido por Fluminense (8), Junior (6), mientras que Independiente Santa Fe quedó eliminado de la Copa.

En la última fecha, River será local el martes 25 de mayo frente al brasileño Fluminense, y en la misma jornada se enfrentarán los colombianos Santa Fe y Junior en Ambato.

Determinación

No era fácil para River, con un plantel diezmado, con 20 bajas obligadas y apenas diez jugadores en condiciones físicas, más Enzo Pérez, que sufría una contractura muscular, y aceptó con determinación la ocasión de ocupar el arco ‘millonario’.

River, además de jugar sin suplentes, debió verse obligado a un esquema 5-3-2, porque lo que más tenía en forma eran defensores, y Gallardo se vio también forzado a hacer debutar de manera absoluta al defensor Tomás Lecanda, de 19 años, y al volante Felipe Peña, de 20.

A todos estos problemas y obstáculos, River opuso lo mejor que tenía y una determinación de hierro para sorprender de entrada a un Santa Fe que pareció sobrepasado por la exigencia de ser favorito, sorprendido por un equipo que, lejos de buscar refugio, se le fue encima desde el arranque mismo del cotejo.

Apenas iba un minuto y Fontana aprovechó un error de la defensa para llegar al área, pero definió desviado, y enseguida, en una acción similar, Palacios falló y Fontana remató, Castellanos atajó, pero dio un rebote largo que Angileri tomó ante la pasividad de la zaga visitante para enviar el balón a la red.

Sin darle tiempo a reaccionar, River le asestó otra estocada al ‘cardenal’ bogotano, en un tiro libre frontal de Angileri para la escapada de Álvarez, que se fue solo por la izquierda, con tiempo para acomodarse y vulnerar a Castellanos con un cañonazo al ángulo.

Le tomó un rato recuperarse al visitante, pero fue River el que se encargó de tener la pelota el mayor tiempo posible, para manejar el ritmo del partido a su antojo, frente a un adversario aturdido, que se repetía en centros improductivos, con Porras como única salida por la derecha.

Un centro cerrado de González que Maidana despejó en la línea y un remate de larga distancia de Palacios que Enzo Pérez mandó al tiro de esquina fueron las principales ocasiones de Santa Fe, demasiado poco para inquietar a un River que conseguía resolver sin apremios la misión de defender a su mediocampista reconvertido en arquero.

Incluso era mucho más punzante River cuando pisaba el área colombiana, aprovechando los errores de la zaga de Santa Fe, y a punto estuvo Álvarez de anotar el tercero.

Histórico y anecdótico

Después de un primer tiempo muy malo, el DT Harold Rivera movió el banco con los ingresos de Diego Valdés y Kelvin Osorio, para darle más dinámica al ataque colombiano, y precisamente fue Osorio el que llegó con un remate apenas desviado.

Con menos aire que en el comienzo, River empezó a replegarse cada vez más, mientras Santa Fe le llenaba el área de envíos aéreos, pero el local le oponía resistencia, con Carrascal como único punta, decididamente metido sobre su área.

De tanto insistir llegó el descuento visitante, en una buena escapada de Jhon Arias, que le ganó a Casco por la izquierda y envió el centro atrás para la llegada de Osorio, que tocó a la red sin problemas.

Agotado, River le agregó un ladrillo a la pared defensiva a cada intento de un Santa Fe que careció de argumentos para desarmar el planteo de un equipo que, a pesar de todos los contratiempos, sacó ventaja cuando pudo, y la defendió con tenacidad después, cuando el cansancio hizo lo suyo, custodiando con enjundia a un arquero improvisado y lesionado.

A su modo, con la personalidad que se le conoce, River hizo historia, al ganar un partido increíble, más allá de quedar cerca de la clasificación, en un duelo en el que se sobrepuso a todos los problemas para sorprender una vez más a sus rivales y al mundo del fútbol.