El Chelsea y el Palmeiras, representantes de Europa y Sudámerica, son de entrada los cabezas de cartel del Mundial de Clubes de la FIFA, que arranca el jueves en Abu Dabi y donde el club inglés y el brasileño empezarán la próxima semana directamente en semifinales.
En las últimas ocho ediciones del torneo, el campeón ha sido europeo, por lo que el Chelsea tiene la presión de mantener esa hegemonía de la zona UEFA.
En el recuerdo de los hinchas de los ‘Blues’ está su anterior participación en la competición, en 2012, cuando fueron derrotados por un equipo brasileño, el Corinthians (1-0), en una final disputada en Tokio.
Es la única de las catorce últimas ediciones del Mundial de Clubes que no ha tenido un campeón europeo.
El Palmeiras también tiene una espina clavada con el Mundial de Clubes: el año pasado fracasó, cayendo primero en semifinales con Tigres de México y luego en el duelo por el tercer puesto frente al Al Ahly egipcio.
Ahora el Palmeiras sueña con levantar el trofeo y emular así lo conseguido por Corinthians (2000, 2012), Sao Paulo (2005) e Internacional de Porto Alegre (2006).
Esas formaciones brasileñas son las únicas que han impedido una coronación europea en el Mundial de Clubes, sustituto de la emblemática Copa Intercontinental.
El Palmeiras podría incluso verse en semifinales con el Al Ahly, siempre que el experimentado equipo egipcio -siete participaciones en el Mundial de Clubes- elimine este sábado en cuartos de final al Monterrey mexicano, que buscará por su parte el primer título mundial para su país, después de que Tigres lo rozara hace un año con el subcampeonato.
– Un febrero clave para Tuchel –
El Chelsea empezará en las semifinales contra el ganador del otro cuarto de final, que enfrentará al Al Hilal (Arabia Saudita) contra el vencedor de la ronda preliminar, que el jueves disputan el local Al Jazira emiratí y el Pirae de Tahití.
Para el equipo londinense, este Mundial de Clubes puede servir de bálsamo. En la Premier League inglesa está descolgado del líder Manchester City, que tiene diez puntos más y un partido disputado menos.
Febrero es clave para el Chelsea y para su entrenador Thomas Tuchel. A finales de mes se enfrentará además al Liverpool en la final de la Copa de la Liga inglesa y antes de ello afrontará la parte decisiva de la defensa de su título europeo con el inicio del duelo ante el Lille francés en octavos de final.
Un mes por lo tanto muy importante para saber cuáles son las perspectivas esta temporada para el Chelsea. Una temporada sin títulos podría poner en riesgo la continuidad de Tuchel, el hombre que guió a los ‘Blues’ hasta su segunda Champions League.
En el mercado de enero, el Chelsea ha tenido un papel discreto. Se rumoreó una posible llegada del francés Ousmane Dembelé (Barcelona), finalmente no concretada.
Pero antes de tomar el avión rumbo a Abu Dabi, el Chelsea tiene otro compromiso el sábado en Inglaterra, contra el Plymouth Argyle (3ª categoría) en dieciseisavos de final de la FA Cup.