La primera temporada de James Rodríguez en el Bayern Munich llegó a su fin este sábado. A pesar de la derrota en la gran final de la Copa de Alemania, el saldo de la campaña es más que positivo para la estrella del seleccionado colombiano, quien cambió el banco del Real Madrid por la continuidad y protagonismo en el equipo germano.

El cucuteño recuperó la alegrìa y su mejor fútbol en las toldas muniquesas gracias al apoyo que recibió directamente del club, compañeros y sobre todo sus técnicos, primero Ancelotti, quien lo pidió al Bayern, y después por Heynckes, quien explotó lo mejor del otrora 10 merengue.

Pero, James, no solo recuperó su mejor nivel en Alemania, su fùtbol evolucionó en esta temporada. El colombiano añadió a su exquisito talento, el sacrificio y despliegue físico que tanto le habían criticado en sus anteriores equipos. Ya no solo hace las veces de volante creativo, ahora puede hacer de extremo e, incluso, de interior sin problema.

Los números de James hablan por sí solos. Tan solo en Bundesliga sumó 1625 minutos en 23 partidos, 19 de titular, mientras que la campaña anterior en el Madrid apenas jugó 1179 en 22 encuentros (solo 13 de titular). En total, el 11 muniqués jugó 2,646 minutos en 40 duelos, marcando siete goles y sirviendo 14 asistencias en todas las competiciones. 

Con estas espectaculares cifras, con un nivel de juego óptimo y mucho más maduro, así le entraga el Bayern Munich a la Selección Colombia que necesitará de lo mejor del 10 cafetero para hacer una gran presentación en el Mundial de Rusia 2018.

 

Fuente: OPTA