El Arsenal vio la luz al final de una temporada negra. Sin pelear por la Premier, sin entrar en el Top-4 por primera vez en dos décadas, pero con un título para acabar el año. Arsenal le gana al Chelsea 2-1, triunfo que le sirvió para que Wenger soltase una sonrisa al final del partido: por tercera vez en cuatro años, el Arsenal era campeón de la FA Cup y, gracias a este título, el técnico alsaciano se convierte en el mejor entrenador de la competición con siete.
Una fabulosa imagen del Arsenal que no consiguió el premio que buscaba. De las múltiples ocasiones que disfrutaron, sólo metieron una. La primera de todas. Alexis Sánchez pilló desprevenida a la defensa rival y a pesar de que el linier pitó fuera de juego en un primer instante, el árbitro principal dio el gol por válido. El gol más rápido de la historia de las finales de la FA Cup, marcado a los 3 minutos y 49 segundos.
El chileno fue el arma de mayor peligro durante el tramo inicial. Cada carrera suya, cada combinación con Özil, dotaban a la jugada de un veneno de gol. En dos ocasiones, Gary Cahill tuvo que sacar el balón bajo palos ante ocasiones de Özil y Welbeck y, entre medias, el propio Welbeck mandó un cabezazo al palo que luego no puedo marcar Ramsey en el rebote.
Aunque la temporada de Alexis es sobresaliente, en números todavía lo es más. El chileno ha marcado 30 goles y ha repartido 15 asistencias en los 51 partidos disputados en este curso. De hecho, es el primer jugador del Arsenal en llegar a la treintena desde que se fue Robin van Persie en 2012.
El Arsenal pudo sentenciar el partido en un tiempo y el Chelsea despertó al volver de vestuarios. Hazard, Pedro y Diego Costa comenzaron a encontrarse y Cesc Fàbregas entró al campo a falta de media hora. Entre medias, un ida y vuelta en el que tampoco pudo sentenciar el Arsenal.
Una acción protagonizó la segunda parte: Moses se adentró en el área del Arsenal y, ante la presión de Oxlade, se dejó caer al suelo. Los del Chelsea pidieron penal. Los del Arsenal, piscinazo. El árbitro lo vio claro: segunda tarjeta amarilla (había visto una minutos antes) y expulsión.
Sin embargo, el Chelsea encontró el empate a base de empuje. Diego Costa bajó un balón con el pecho y remató de primeras. Quedaba poco, pero los ‘blues’ habían igualado jugando con uno menos. Lo que no entraba en los planes fue la reacción ‘gunner’. Giroud, que entró al campo durante la celebración de Costa, tiró un desmarque hasta la línea de fondo y su centro lo remató Ramsey devolviendo la ventaja al marcador.
Falló y falló tanto el Arsenal que el Chelsea, sólo con acercarse, veía posible el empate. Lo tuvo Diego Costa, pero respondió Ospina con reflejos.Y el Arsenal, en un año muy complicado, el más difícil para Wenger, cerró mayo con un título.