El Barcelona, que sigue sin enamorar con su fútbol, extraña cada vez más al canario. La derrota frente al Madrid, otra prueba para el descontento.
La figura de un jugador, como marca la lógica, suele crecer cuando los pies del mismo están sobre el campo de juego. El caso de Pedri, sobre todo en esta temporada, es diferente: su valor se eleva tanto dentro como fuera del terreno. Vaya si este Barcelona lo está notando…
La goleada y eliminación sufrida contra el Real Madrid en las semifinales de la Copa del Rey fue otra prueba. Una más de tantas ofrecidas en el actual curso. El juego del Barcelona, que alcanza para ganar LaLiga, continúa sin enamorar cuando el canario no se pone las botas. Las carencias, sin el mediocampista, quedan más en evidencia y aparecen también algunos bostezos.
Pedri es estilo. Es eficacia. Es asistencia, juego directo y gol. Es también la razón por la que sus compañeros juegan mejor. Sí, Pedri eleva las cualidades de los que están cerca de él, con la misma camiseta. Pedri sirve para disimular otras falencias.
Ahora bien: es curioso analizar esta sentencia con las estadísticas del torneo doméstico. De los últimos siete partidos que el ex-Las Palmas se perdió en LaLiga, el Barcelona ganó seis encuentros (Clásico incluido) y perdió apenas uno (frente al Almería). Sin embargo, nadie se engaña: el plato continúa frío, sin calentarse. La comida sigue alimentando, claro está, pero no tiene tan buen sabor. El condimento necesario lleva el “8” en la espalda…