Cuando militaba en el Dinamo de Zagreb, los compañeros de Josko Gvardiol le llamaban “el pequeño Pep” por el parecido de su nombre con el de Pep Guardiola. Y ahora, el croata está a punto de unirse al catalán. El Manchester City pretende cerrar un acuerdo de 100 millones de euros con el RB Leipzig por él.

Gvardiol tiene todas las cualidades que Guardiola demanda. Se ajusta a las exigencias que el entrenador necesita en su nuevo sitema táctico. Ahora no ya no hay laterales profundos. Busca centrales rápidos y con buena salida de balón que puedan jugar de carrileros.

El fichaje de Gvardiol en lugar de un lateral para sustituir a Joao Cancelo demuestra que el cambio es permanente, y completa una de las evoluciones tácticas más interesantes del técnico. Con la llegada del croata hará aún más temible la defensa del City, ganadora del triplete.

Dotado de fuerza bruta

Gvardiol tiene una cualidad que Guardiola siempre ha exigido a sus defensas: capacidad técnica con el balón. Además, le añade algo que desde hace un tiempo también es un requisito indispensable: fuerza física. Hijo de un futbolista aficionado, la potencia de Gvardiol hace que sea muy difícil de superar y le permite descolgarse en ataque con relativa frecuencia. Podría ocupar el carril izquierdo con facilidad.

Talento divino

Lo que hace que destaque por encima del resto de defensores del mundo es su tranquilidad y toma de decisiones con balón. Su juego es más maduro de lo que su carnet de identidad dice y además, es zurdo. Su habilidad le permite iniciar sin problemas los ataques tras recuperar el balón, y puede ocupar la posición de lateral izquierdo durante los partidos, o incluso la banda izquierda del mediocampo. Y eso es lo que le hace tan atractivo para Guardiola, dada la nueva visión que el técnico tiene de su equipo.

De enamorado de los laterales a escéptico

Al entrenador catalán siempre le han gustado los laterales anchos y ofensivos. Dani Alves o Philipp Lahm son solo alguno de los nombres que lo demuestran. En el City no fue distinto. En su segundo mercado de verano en el City, Guardiola fichó a Kyle Walker, Benjamin Mendy y Danilo. Todos ellos de mucho recorrido y con facilidad por llegar al área contraria. Más tarde apostaría por Joao Cancelo. El modelo estaba claro.

Sin embargo, Guardiola sorprendió a todos cediendo a Cancelo cedido al Bayern en enero, después de que el defensa no aceptara perder su puesto en el equipo. La llegada de Haaland cambió la forma de jugar del City, y la presencia de un delantero centro hizo que tuvieran menos control de la posesión que cuando jugaban con un falso nueve, lo que les dejaba más vulnerables a los contraataques.

Aké y Akanji, dos laterales de lujo

Este cambio llevó a Guardiola a dar prioridad a defensas duros, de la vieja escuela, como Nathan Ake, al que convirtió de central a lateral izquierdo. Incluso cuando holandés cayoó lesionado su apuesta Manuel Akanji por delante de Cancelo. A pesar de no haber jugado nunca como lateral, el defensa suizo se desenvolvió a la perfección.

John Stones también fue una pieza crucial en la remodelación de la defensa de Guardiola, convirtiéndose en un centrocampista de contención tras recoger el testigo de lateral derecho/mediocampista híbrido de Rico Lewis. Stones disfruta ahora de un nuevo impulso como uno de los jugadores más cruciales del City, tras haber sido uno de los más destacados en la final de la Liga de Campeones.

El Bayern y el Madrid se quedan fuera

Cuando Guardiola empezó a experimentar con cuatro centrales en marzo, tuvo que prescindir de Kyle Walker durante un breve periodo, y el técnico expresó sus dudas sobre la capacidad del defensa inglés para jugar como lateral invertido. En su lugar, alegó que simplemente estaba aprovechando al máximo las opciones que tenía a su disposición, puesto que ya no contaba con laterales naturales que volaran arriba y abajo del campo.

Pero a medida que el equipo se hacía más fuerte con la nueva forma y se acercaba la opción de conseguir el triplete, Guardiola recuperó al internacional inglés. Un éxito absoluto. Los tuvo a todos listos para el tramo final. Así lo demuestran los títulos cosechados o los 12 partidos seguidos ganados entre mediados de febrero y mayo. Además, todo ello con una defensa inexpugnable.

El mayor talento del fútbol

Cuando el City se proclamó campeón de la Premier League, Guardiola subrayó la influencia de Ake, afirmando que el holandés “nos dio ese impulso que yo no tuve en el pasado”. Y se deshizo en elogios hacia su defensa justo después de que el City ganara la Liga de Campeones en Estambul tras una actuación aguerrida contra el Inter. “Ser un buen defensa es para mí el mayor talento del fútbol”, afirmó.

Fue todo un cambio de rumbo de un entrenador que construyó uno de los equipos más fascinantes de la historia en el Barcelona y que parecía tener una visión fija de cómo debe jugarse al fútbol. El hombre que siempre ha parecido un ideólogo del ataque halaga ahora las virtudes de la defensa. Y su búsqueda de Gvardiol demuestra que está redoblando sus esfuerzos.

Si el City consigue este fichaje, no sólo podrá contar con uno de los mejores centrales del mundo, sino que le ofrecerá la estructura defensiva ideal para prosperar y seguir conquistando el mundo.