Cuando la temporada comenzó a avanzar y su lugar dentro de la rotación de Barcelona quedó reducido a una mínima expresión, Javier Mascherano decidió cambiar de aires: con el Mundial a la vuelta de la esquina, a los 33 años un jugador no puede darse el lujo de llegar a Rusia 2018 sin rodaje. Sin embargo, a la hora de elegir su destino, el Jefecito nunca miró hacia Núñez, sino que tiene su mirada clavada en China: el regreso a River no fue una opción para el santafesino.

A la hora de entender las razones, no hay que quedarse únicamente con el obvio componente económico, sino que hay que explorar también cuestiones deportivas: la llegada a Hebei Fortune le implicará a Mascherano un desafío futbolístico menor, por lo que su desgaste físico y mental antes de la Copa del Mundo también será más bajo. Además, en Asia el Jefecito tendrá un calendario más benévolo que el que tendría en el Millonario, donde además de disputar 17 fechas de la Superliga, tendría que también sumarle los seis partidos de la fase de grupos de la Copa Libertadores.

Entre los motivos que no tienen que ver con lo deportivo, también hay una elección de vida por parte del santafesino, quien considera que no es el momento de volver a radicarse en Argentina, como reconoció en una entrevista a principios de noviembre: “Las decisiones a los 20 años las tomaba yo, y ahora las tomamos a nivel familiar. Tengo hijos de 11 años y tengo que estar preguntando. No es una excusa, pero tengo mis justificaciones”.

En aquella nota, Masche reconoció que “todavía hay un capítulo en River”. Pero no será ahora. Habrá que ver cuándo.

FUENTE: OPTA