EDUARDO DA SILVA
En alguna época, este croata-brasileño amenazaba con ser uno de los mejores delanteros del mundo. Tenía olfato, eficacia y una presencia dentro del área no común. Sin embargo, en su mejor momento, en 2008, Martin Taylor, del Birmingham, le rompió la tibia y el peroné . Se perdió la Eurocopa del 2008 y, aunque regresó, se le notaba la inseguridad en los balones divididos. Shakhtar (las dos veces), Flamengo, Atlético Paranaense y el Legia de Varsovia han fallado en devolverlo a lo que era.
DJIBRIL CISSÉ
Uno de los arietes más explosivos de Francia en los 2000. La rompió en el Auxerre y de ahí lo transfirieron al Liverpool. En octubre de 2004, al poco de arribar a la Premier, se fracturó la tibia y la fíbula de la pierna izquierda. Fue tan aparatoso todo que, de no haber sido antendido rápidamente, habría perdido la extremidad . Posteriormente, en 2006, en un amistoso entre Francia y China, con el Mundial de Alemania a la vuelta de la esquina, se fracturó la pierna derecha, en unas escalofriantes imágenes que recorrieron el mundo en segundos. Pasó por 10 equipos, mas no recuperó su chispa. Actualmente está en el Yverdon de la Tercera División suiza.
NURI SAHIN
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Uno de los grandes fracasos en el Real Madrid. Debutó con el primer equipo del Dortmund a los 16, donde brilló hasta que firmó con el conjunto español. No obstante, a los pocos días posteriores a su presentación, se quebró el ligamento interno de la rodilla derecha . Regresó, pero el desgaste físico le devino en una nueva rotura parcial. De ahí lo cedieron al Liverpool, donde tampoco se adaptó. Al final retornó al Borussia, su antigua casa, lugar en el que no ha acabado de explotar. Incluso a sus 29 años se retiró de la Selección turca para “dejar hueco” a las generaciones venideras.
PABLO AIMAR
Una lesión crónica lo hizo despedirse de las canchas. Lo intentó todo, pero las cirugías no bastaron para evitarlo. Debutó en River donde se convirtió en uno de los favoritos de la afición hasta que partió a Europa con el Valencia, club en el que se le vio su mejor versión. Brindó magia por doquier; sin embargo, las molestias en el tobillo derecho comenzaron a hacer de las suyas ahí. El Zaragoza lo adquirió para juntarlo con Diego Milito. Al principio funcionó, pero al cabo de dos años descendieron. Lo vendieron al Benfica, elenco en el que consiguió varios títulos. Pasó por Malasia y pegó la vuelta al Millo, mas el tobillo lo marginó en 2015.
GIUSEPPE ROSSI
Prometía mucho desde que debutó en el Manchester United. Tan dotado de cualidades técnicas como frágil físicamente, se lastimó de gravedad por primera ocasión en 2011 en el Villarreal. Sufrió una rotura del ligamento cruzado de la rodilla derecha . Un semestre después recayó y tuvo que esperar otros seis meses más. Cuando se marchó a la Fiorentina, una lesión en enero de 2014 lo privó de Brasil 2014. Ni en Celta ni en el Genoa se logró reencontrar.
DAVID SUAZO
Un descuido le puso punto final a su trayectoria. Cuando se hallaba en buen estado no se cansó de reventar las porterías con el Olimpia y, sobre todo, en el Cagliari italiano. Luego el Inter lo compró y empezaron las dificultades. En una operación permitó que le quitaran el menisco , lo cual con el transcurso del tiempo lo afectó porque no tenía cómo amortiguaran los huesos de la rodilla derecha. Los injertos de cartílago no sirvieron, deterioraron su salud (disputó el Mundial del 2010 infiltrado) hasta que lo obligó a colgar los botines. Ni en Benfica, Genoa o Catania dio el ancho.
Fuente: OPTA
