El Liverpool perdió 3-2 ante la Roma en Italia, pero clasificó a la final de la Champions League que se disputará el 26 de mayo en Ucrania. El equipo inglés se medirá contra el Real Madrid, quien ayer eliminó al Bayern Munich.

El equipo rojo llegaba al partido de vuelta con la ventaja de haber conseguido una holgada victoria 5-2 como local, por lo que caer por un gol de diferencia le permitió inscribir su nombre en la final de Kiev.

Sadio Mané abrió el marcador para el Liverpool cuando el partido recién comenzaba (9 minutos), pero rápidamente los locales lograron la igualdad gracias a un autogol de Milner (15′). No obstante a esta anotación, los ingleses no desanimaron y se pusieron nuevamente en ventaja gracias a un cabezazo del holandés Georginio Wijnaldum (26′).

Tanto el resultado global como el trámite del juego hacían de una remontada una situación imposible, aunque el resultado dice otra cosa. Edin Dzeko encontró el empate (52′), para que la Roma volviera al deber del inicio: hacer tres goles. Finalmente dos goles del belga Radja Nainggolan (86′ y 90’+4′, de penal) hicieron más estrecho el marcador global, pero no permitió que los locales alcanzaran el objetivo de clasificar.

De esta manera el Liverpool vuelve a una final de la Liga de Campeones después de 11 años e intentará conseguir su sexta “Orejona”. El equipo de Jürgen Klopp es el tercero más ganador de esta competición después del Real Madrid que suma 12 titulos y el Milan que tienen 7.