Francia disputará la final del Mundial de Moscú que se celebrará este domingo tras vencer en San Petersburgo a Bélgica en un partido igualado, de tradicional rivalidad por la proximidad geográfica de ambos países, y que ha caído del lado de los ‘bleus’ de nuevo a través del balón parado, con un remate certero con la cabeza de Umtiti.

Francia y Bélgica se dedicaron a intercambiar golpes en la primera parte, sin grandes oportunidades pero mostrando ambos sus armas, especialmente cuando contaban con metros por delante, demostrando que la velocidad es una de los virtudes de sendos conjuntos. Haciendo del duelo más interesante que atractivo para el público.

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El gol apareció en la segunda mitad después de un lanzamiento de córner de Griezmann que era cabeceado por Umtiti, evidenciando que las acciones de pizarra son otro de los puntos fuertes de los galos. El tanto abría el partido y devolvía la emoción a un choque que no volvería a cambiar el electrónico.

El tanto de Umtiti ha sido suficiente para llevar a Francia a otra final de Copa del Mundo tras 2006, cuando el cabezazo de Zidane robó todo el protagonismo, a la vez que privaba a la mejor generación del fútbol belga del sueño de ganar el cetro mundial.

 

Fuente: OPTA